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Los ‘guardarraíles asesinos’ y sus peligros para los motoristas

29 de octubre de 2020

Los guardarraíles, también conocidos como quitamiedos, son esos elementos que están estratégicamente ubicados a los costados de las vías, y que delimitan la circulación. Están ideados como medio de protección pasivo, para contener los posibles accidentes de tráfico. Básicamente, su función es la de absorber el impacto de la colisión, deformarse e impedir que los vehículos salgan de la carretera. Pero también son considerados como guardarraíles asesinos, por los peligros ocultos que entrañan para los motoristas.

A continuación vemos cuáles son los peligros a los que están expuestos los motoristas y ciclistas, así como también algunas opciones alternativas de seguridad que pueden evitar las fatales consecuencias en los accidentes. Para circular con la máxima seguridad posible, recuerda contar con un seguro de moto adecuado, con todas las coberturas que necesites.

Los peligros de los guardarraíles para los motoristas

La estructura de los guardarraíles clásicos, que han sido implementados de forma masiva en las carreteras europeas, datan desde 1972 y generalmente están compuestos por dos franjas longitudinales de acero. Estas franjas se encuentran unidas entre sí por un fragmento en forma de T, lo que le proporciona una altura a la calzada de aproximadamente un metro. Gracias a estas características son realmente efectivos para la seguridad de los coches, que suelen evitar consecuencias más graves al ser retenidos en el exterior de la carretera, y evitar desniveles o impactar contra objetos sólidos.

No obstante, para los medios de transporte de dos ruedas, al ser menos robustos y más vulnerables, los guardarraíles no resultan tan eficientes. De hecho su presencia se contrapone a su razón de ser, pues terminan agravando considerablemente los accidentes y las consecuencias físicas que sufren los motociclistas.

Los guardarraíles pueden ocasionar situaciones altamente desfavorables para motoristas y ciclistas, incluso si cuentan con todas las medidas se seguridad y conducen a velocidades prudentes.

Consecuencias físicas para los motociclistas

En la mayoría de los accidentes de tráfico hay consecuencias. Estas pueden ser físicas o psicológicas. En ambos casos, la extensión del daño estará relacionada con lo traumático del episodio y los distintos factores que entran en juego durante el accidente.

A pesar de que los guardarraíles no son la causa original de las accidentes de circulación, los cuales son provocados en su mayoría por errores humanos, mecánicos o por deficiencias en las condiciones de la vía, si que representan un incremento significativo en los daños que pueden sufrir los motociclistas al estrellarse contra ellos.

Dentro de las consecuencias más habituales se encuentran las siguientes:

  • Por la estructura de los guardarraíles, más la variable que representa la velocidad, es común que estos originen amputaciones. Al deslizarse por el asfalto, el conductor puede impactar contra las láminas de metal y sufrir las temidas consecuencias. Las zonas más propensas a sufrir lesiones suelen ser las extremidades.
  • Los traumatismos también son recurrentes. Estos van desde la ruptura de huesos largos hasta lesiones en estructuras óseas compuestas, como la columna vertebral.
  • Los cortes y heridas profundas, así como el síndrome del latigazo, son otras de las lesiones recurrentes que suelen agravarse en motoristas y ciclistas al impactar contra los guardarraíles.

En el peor de los escenarios los motoristas pueden perder la vida. A tenor de las cifras de los últimos años, es especialmente preocupante comprobar como las muertes ocasionadas por los “guardarraíles asesinos” han ido en ascenso. Ante estos peligros, es muy importante circular siempre con casco de moto y con tantos elementos de seguridad (activa y pasiva) como podamos.

Alternativas a los guardarraíles convencionales

Después de los esfuerzos de distintos movimientos, promovidos por los amantes de las dos ruedas en búsqueda de soluciones para este grave problema, la implementación como alternativa de los sistemas de protección para motoristas (SPM) ha sido la opción más adecuada de cara a mitigar las consecuencias de los guardarraíles. Este tipo de sistemas puede ser de dos tipos: puntual o continuo.

El efecto guillotina de los quitamiedos es reducido de manera especial por el sistema de tipo puntual. Básicamente, este sistema consiste en recubrir los postes y bordes de la estructura con material flexible, lo que garantiza que los bordes afilados del acero no comprometan las extremidades de los motoristas en caso de accidentes. Por su parte, el sistema continuo incluye en su parte inferior un segmento metálico que recubre el espacio libre entre el quitamiedos y el asfalto, en aras de garantizar que el motociclista no rebase al sistema de contención, para disminuir las repercusiones del accidente o impacto.

Por su practicidad, bajo coste, rapidez y ahorro de combustible, el uso de las motocicletas es cada vez mayor. Son adquiridas por personas de todas las edades, lo que ha derivado en un ascenso de la comunidad de motociclistas y por ende de los movimientos que defienden sus derechos y seguridad. Si bien es cierto que por su propia naturaleza la moto siempre cuenta con mayores riesgos a la hora de circular, también es importante buscar alternativas que reduzcan tanto el número como la gravedad de los accidentes sobre dos ruedas.