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Qué es la suspensión de un coche
La suspensión de un coche hace referencia a un sistema que conecta el chasis del vehículo con los neumáticos. Permite que los trayectos sean estables y suaves, además de que intenta absorber, en la medida de lo posible, las irregularidades del camino.
Para estar preparado ante cualquier imprevisto que pueda suceder en carretera es importante tener contratado un buen seguro de coche, siempre con coberturas adaptadas a tus necesidades y a las de tu vehículo.
Tipos de suspensión de un coche
Resulta difícil establecer cuántos tipos distintos de suspensión para coche existen, aunque es posible encontrar la más adecuada en base a las características de cada uno de estos tipos.
Según la forma en la que están montadas sus partes, los tipos de suspensión en vehículos más habituales son:
Suspensión rígida
La suspensión rígida es uno de los tipos de suspensión más básicos y antiguos. El sistema tiene un funcionamiento muy simple, pues los amortiguadores se atornillan a la barra transversal del puente, que es el que recibe las modificaciones que envían las propias suspensiones. Es la favorita de los vehículos todoterreno, pues es ideal para circular en caminos sin pavimentar, así como para subir montañas.
Permite que el vehículo se eleve lo necesario para que el chasis no resienta los impactos. Por ejemplo, si el coche tiene que sortear un obstáculo con una sola rueda, el puente se inclina por completo hacia donde indique la superficie.
La única desventaja de esta clase de suspensión es su inestabilidad.
Suspensión semirrígida
Es bastante parecido al sistema rígido, pero incorpora un brazo adicional que permite disminuir inclinaciones y vibraciones de forma considerable.
La suspensión semirrígida, que se encuentra a medio camino entre la rígida y la independiente, está formada por dos muelles que se sujetan a unos soportes articulados. Estos soportes se atornillan al diferencial y a una barra, la cual se coloca atravesando todo el puente.
Suspensión independiente: La mejor suspensión para un coche
Dentro de los distintos tipos de suspensión, el mejor es el sistema independiente, muy habitual en los coches más nuevos del mercado.
Para entender este sistema es importante destacar que está dividido en cuatro categorías:
- De eje oscilante: Los muelles se localizan sobre articulaciones que se enganchan al puente trasero. Su funcionamiento es fácil, puesto que no tiene brazos de torsión. Aporta gran estabilidad.
- De brazos tirados: Los muelles se fijan en la parte baja de los brazos del puente trasero. Es muy recomendada para los vehículos que circulan principalmente por ciudad (caminos pavimentados).
- De Sistema PcPherson: Se emplea, generalmente, en puentes delanteros, aunque también puede utilizarse en los traseros. Tiene una estructura muy sencilla y su mantenimiento es bastante asequible. Los amortiguadores se atornillan al chasis directamente, lo que aporta rigidez y, en consecuencia, evita roturas.
- De triángulos superpuestos: Uno de los sistemas de suspensión neumáticos más avanzados del mercado, pues dispone de articulaciones y brazos superiores. Se le conoce también como el sistema de paralelogramos deformable, ya que tiene la característica de que sus brazos (inferiores y superiores) se deforman. Es el más utilizado en coches de competición.
Partes de la suspensión de un coche
Los sistemas de suspensión tienen dos tipos diferentes de componentes:
- Elásticos, que pueden ser ballestas, muelles, barras estabilizadoras y de torsión.
- Amortiguador, que puede ser hidráulico convencional e hidráulico presurizado.
Ballestas
Se trata de una especie de resorte formado por una serie de hojas o láminas superpuestas de un acero especial y que se unen por un tornillo con tuerca en el centro. Gracias a unas abrazaderas, las ballestas no se abren en abanico y permiten un deslizamiento entre las hojas cuando ocurre una deformación por la carga. Las ballestas se emplean en vehículos pesados o remolques, entre otros.
Muelles helicoidales
Los muelles helicoidales o resortes se conforman por un alambre de acero con forma de espiral y cumplen la función de absorber los golpes que impactan al vehículo por irregularidades del camino. Los muelles pueden utilizarse en sustitución de las ballestas al aportar muchas más ventajas, como rigidez inferior, dimensiones reducidas, ausencia de fricción, etc.
Barra estabilizadora
Este es un elemento de acero con propiedades elásticas que se fija en cada extremo de los sistemas de suspensión. Las barras estabilizadoras no solo forman parte de estos, sino también de la seguridad activa de los coches y, en consecuencia, trabaja a torsión. Es por ello que compensa los esfuerzos que genera la rueda.
Barra de torsión
Gracias a las propiedades elásticas del acero reforzado, las barras de torsión son capaces de sustituir a las ballestas y a los muelles helicoidales. Esto suele ocurrir en los vehículos con un tipo de suspensión neumática de coche semi independiente. Tienen la característica de absorber mayores cantidades de energía que las ballestas.
Los amortiguadores
Los amortiguadores son los encargados de absorber la energía y eliminar las oscilaciones del componente flexible de la suspensión, que se dan debido a las irregularidades de los caminos. Gracias a los amortiguadores decae el balanceo del vehículo cuando este pasa por ciertos pavimentos y obstáculos.
Los amortiguadores hidráulicos convencionales consiguen el amortiguamiento gracias a forzar el paso del aceite hidráulico por unos pasos calibrados; esto hace que tengan flexibilidad o rigidez, según las necesidades del vehículo. Por su parte, los amortiguadores hidráulicos presurizados o de doble tipo evitan la aparición de bolsas de aire o espuma en el líquido hidráulico, ya que cualquiera de estos dos fenómenos impide que la amortiguación sea óptima.