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Si has oído hablar del mecanismo de funcionamiento de los coches eléctricos, seguramente sepas que se caracterizan por producir energía regenerativa con cada frenada. Debes saber que, aunque los coches eléctricos tengan esta capacidad, hoy en día también es posible que algunos vehículos de combustión cuenten con frenada regenerativa.
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Las levas: el mecanismo que permite el freno regenerativo
Muchos modelos de coches eléctricos cuentan con la posibilidad de poder establecer y regular el freno regenerativo. La gran mayoría de estos vehículos lo hacen gracias a la presencia de levas en el volante. Gracias a ellas es posible incrementar o disminuir el nivel de retención de la conocida como frenada regenerativa.
Y es que uno de los múltiples beneficios de los coches eléctricos es que son capaces de recuperar energía eléctrica cada vez que se utiliza el freno. Esto permite al vehículo almacenar la energía regenerada en sus baterías y seguir funcionando. Pero gracias a las levas presentes en buena parte de estos vehículos, es posible obtener diferentes modos de regeneración de energía. Todo depende del modelo y la marca de coche que utilices, pero los modos de regeneración son:
- Cero. En el modo cero, el coche utiliza la resistencia aerodinámica para frenar, así como el roce de los neumáticos. En consecuencia, no hay regeneración de energía.
- Uno. La retención es leve y puede usarse para mantener una velocidad constante.
- Dos. Se trata de un nivel de regeneración medio. El coche puede frenar, de forma paulatina, sin utilizar el freno. La retención es buena, especialmente si el coche circula por la autovía, y es una buena forma de dar mantenimiento a los frenos del vehículo.
- Tres. Se trata del nivel más intenso de retención y se produce cuando se suelta el acelerador. Este modo de conducción es ampliamente recomendado para los trayectos urbanos.
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¿Qué es la frenada regenerativa?
Cuando un vehículo frena de golpe, genera energía. Pero esta no siempre puede recuperarse y reintegrarse al vehículo, sino que se pierde. En caso de querer preservar esta energía, es necesario contar con un sistema especial: el freno regenerativo del motor eléctrico. Solo los coches que cuenten con este sistema son capaces de reincorporar la energía producida durante el frenado a sus baterías.
Los primeros vehículos en utilizar una energía similar fueron los de la Fórmula 1. Estos coches se equipaban la tecnología Kinetic Energy Recovery System (KERS), que es una forma de recuperar energía cinética. De forma similar, los coches eléctricos utilizan una tecnología de frenado regenerativo que les permite generar y almacenar energía con cada frenada. Gracias a esta característica, mejoran su autonomía.
Así funciona la energía regenerativa
¿Y cómo funciona esta energía regenerativa? Para que el coche pueda recuperar y almacenar la energía de cada frenado, no basta con pisar el freno. Aquí entran en función diversas partes del vehículo que permiten, al frenar, aprovechar la inercia de una retención. Así, el motor del coche eléctrico no solo sirve para circular, sino que también se convierte en una especie de generador de electricidad que le permite recargar la batería o las baterías del vehículo. Esta energía que se produce será cinética.
La energía cinética no se almacena como tal, sino que se transforma en electricidad, que es el tipo de combustible que el coche utiliza para funcionar. No solo puede utilizarse para los desplazamientos, sino que también sirve para encender las luces, el aire acondicionado, la calefacción y demás sistemas del coche que funcionan con electricidad.
Para que la energía cinética pueda almacenarse y transformarse, es necesario que la frenada regenerativa y el motor funcionen en perfecta consonancia con el freno tradicional, con el pedal de toda la vida. Gracias a esta perfecta sincronía, la capacidad de frenado será muy eficiente. En este sistema entran en juego las levas, anteriormente descritas, que permiten que el frenado sea de diferentes modos e intensidades.
¿Los coches híbridos también tienen frenada regenerativa?
Los coches eléctricos no son los únicos en incluir la tecnología de frenada regenerativa, sino que también es posible encontrarla en otros vehículos. ¡Incluso los coches de combustión lo incluyen! Por supuesto, esto depende del modelo y la marca.
También los coches híbridos e híbridos enchufables disponen de esta tecnología que los hace más autónomos. Además, en este caso en concreto, la frenada regenerativa permite a los coches que cuentan con motor térmico ahorrar combustible. Y es que los híbridos se caracterizan por contar con motores eléctricos, pero también con un motor que funciona con combustible fósil.
Si un coche híbrido, cuenta con frenada regenerativa, no necesitará utilizar (a menos que el modo de conducción lo requiera), el combustible fósil almacenado. Podrá seguir circulando con el motor eléctrico. Esto se traduce en menos repostaje de gasolina o diésel y menor contaminación ambiental.
Sin duda, la frenada regenerativa presente tanto en los vehículos eléctricos como en los híbridos y los de combustión, supone una medida excelente para aprovechar la energía cinética que se genera y contribuir al ahorro en el consumo.
