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Obras en la comunidad de vecinos. ¡Problemas!

24 de febrero de 2020

Las obras en las comunidades de vecinos son el foco de problemas más común entre los propietarios porque surgen muchas dudas sobre los derechos y obligaciones que deben asumir ante estas situaciones tan caóticas. En este post vamos a daros las pautas necesarias para que vuestra comunidad sea un ejemplo de gestión y de armonía. 

Reglas comunidad de vecinos en obras

En los bloques de viviendas o en las urbanizaciones se suelen dar dos tipos de obras: las generales de la comunidad o las que lleva a cabo un vecino en particular. En el primer caso, es muy probable que el motivo de las obras sea llevar a cabo mejoras en los elementos comunes en general e incluso en la vivienda de uno de los propietarios para lo que la comunidad debe, en ocasiones, aprobar derramas o convocar una votación.

Por otro lado, cuando la reforma es de un particular este no tiene la obligación de pedir permiso a su comunidad siempre y cuando cumpla con unos requisitos en cuanto a seguridad, respeto y convivencia y lo comunique previamente a la Junta. En este caso, para evitar correr con los gastos de la obra en caso de accidente lo mejor es contar con un seguro de hogar que proteja la vivienda de los posibles daños.

Tanto para la obra en la comunidad como en una casa particular, se encuentran reguladas por dos reglamentos, los Estatutos de la Comunidad y la Ley de Propiedad Horizontal:

  • Los Estatutos son el conjunto de normas que cada núcleo de viviendas aprueba para facilitar la gestión de los elementos comunes. Respecto a las obras, normalmente se establece la aprobación de derramas, los votos necesarios para llevarlas a cabo y los derechos y obligaciones que tienen aquellos propietarios que quieran realizar obras en su casa. 
  • La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) es el conjunto de derechos y obligaciones que tiene cada propietario sobre los elementos de su exclusiva propiedad (el piso, la plaza de garaje, los trasteros) y de propiedad conjunto (buzones, piscina, ascensor, etc.). El artículo siete de la presente ley es el que regula las obras en las comunidades y ampara cualquier obra que un propietario quiera realizar en su domicilio. 

Además de conocer estos dos documentos, es importante que, si eres propietario, tengas la licencia de obra aprobada por el Ayuntamiento de tu localidad, además de otros papeles. Este trámite burocrático es imprescindible si quieres evitar conflictos vecinales. 

Las obras son muy molestas para todo el mundo, pero también son necesarias. Por ello, es importante tener en cuenta el artículo séptimo de la Ley de la Propiedad horizontal, donde se recogen las normas básicas de convivencia en esta situación: 

  • Es necesario garantizar la seguridad del edificio. Si tu obra afecta a elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios que alteren la seguridad del edificio, olvídate de la reforma. En el caso de las comunidades, estas obras se realizarán precisamente para mejorar el edificio y renovar instalaciones y servicios. 
  • Respeta los horarios para realizar las obras. La normativa establece que los trabajos se pueden realizar entre las 8 de la mañana y las 9 de la noche los días laborales, tanto para particulares como para la propia comunidad. 
  • El ruido es muy molesto, así que no te excedas. A partir de las 8 de la mañana el nivel de ruido no deben superar los 35 decibelios y los 30 a partir de las 10 de la noche. Cuando sea la finca la que tiene que hacer obras, debe respetar este mismo horario. 
  • Mantén las zonas comunes libres de suciedad y escombros. La cuadrilla que lleve a cabo tu reforma debe proteger el suelo, cuidar el ascensor y/o la escalera y encargarse de tirar los escombros en el contenedor habilitado para ello. La dinámica debe ser la misma para las obras generales. 

Si respetas estas normas, por mucho que tus vecinos se quejen, no podrán penalizarte de ninguna forma. No obstante, las herramientas más eficaces para conseguir que las obras molesten lo menos posible es el diálogo, la información y la comprensión. Comunica tu proyecto, establece plazos y contrata un seguro que te cubra las espaldas ante posibles incidentes.