HOGAR
  • Gastos de una segunda vivienda.

Principales gastos en la segunda vivienda

23 de junio de 2020

Las estadísticas señalan que una de cada tres familias cuenta con una segunda residencia, además de su vivienda habitual. Gran parte de las veces esta operación se inicia como una inversión, bien para ponerla en alquiler o como oportunidad de negocio en el futuro, pero también para usarla de casa de vacaciones, o incluso alternar entre alquiler y estancia vacacional.

Si te estás planteando embarcarte en un proyecto de esta envergadura y piensas hacerte con una nueva residencia, en este post te explicamos cuáles son los principales gastos de una segunda vivienda para tenerlos en cuenta antes de comprar.

¿Cuáles son los gastos de una segunda vivienda?

Inevitablemente, una segunda residencia significa sumar gastos fijos a tu economía, pero no se trata solo del desembolso que conlleva adquirirla, como el notario, el pago del registro de la propiedad, el de la gestoría que contrates, los impuestos… 

Para tener un control completo de la economía y la magnitud de la operación, también debes valorar los gastos de:

  • Impuestos sobre Inmuebles. El conocido IBI, es un impuesto de los denominados como directos que grava la titularidad de los derechos reales sobre cualquier bien inmueble localizado en el municipio que recauda el tributo. Los ayuntamientos son los que los cobran como parte de las tasas municipales. Dependiendo del municipio y del tamaño de la vivienda el Impuesto sobre Inmuebles puede llegar hasta los 600€ anuales.
  • Comunidad de vecinos. Otro de los gastos a tener en cuenta es la comunidad de vecinos. Dependiendo de cómo sea tu comunidad, sus espacios comunes, que servicios se necesitan para mantener la comunidad bien cuidada… Su precio puede oscilar entre los 20 y los 200 euros mensuales. No es lo mismo vivir en una urbanización con piscina y zonas verdes, que en un edificio con gastos mínimos de mantenimiento y limpieza. Todo ello sin contar con las derramas para financiar acciones puntuales.
  • Facturas de suministros. Al no vivir todo el año en esa vivienda, tus gastos en agua, luz y electricidad no van a ser tan altos como en la primera. Aunque, tienes que tener en cuenta que estos gastos están sujetos a unas cuotas fijas que tendrás que sumar. 
  • La Tasa de recogida de basuras. Otro coste es la tasa de basuras que cobra el municipio donde tengas tu segunda vivienda. Esta tasa en algunos ayuntamientos viene implementada junto con la factura de la luz.
  • El seguro de tu hogar. Es muy importante tener la casa asegurada, sobre todo si no vives allí la mayor parte del tiempo. En el caso contrario, si algo le sucede a tu segunda residencia el coste puede ser mucho mayor que lo que tengas que pagar por tu seguro. Normalmente este gasto oscila los 180€, aunque todo depende del seguro y el tamaño de la casa, por lo que la mejor opción para conocer el coste más al detalle es calcular el seguro de hogar.
  • Renta. No olvides de incluir en la declaración del IRPF un porcentaje del valor catastral de la vivienda, que dependerá del tipo de inmueble.
  • Posibles accidentes o desperfectos. Guarda siempre una pequeña parte de tus ingresos para posibles incidentes que pueda sufrir la casa, como mejoras o averías que haya que arreglar. Esto puede pasar con mucha facilidad, más si se tiene en cuenta que no se va a vivir allí la mayor parte del año.

Todos los datos numéricos son orientativos, ya que varían mucho dependiendo del municipio y de los m² de la residencia. Por todo esto, te aconsejamos que hagas números y calcules el coste total de la inversión.