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Vivir en una comunidad de vecinos es muy bonito hasta que te toca un vecino ruidoso. Aunque parezca que no, la exposición constante a altos niveles de ruido a deshoras puede afectar a nuestro bienestar, agriando nuestro humor, e, incluso afectando a nuestra salud, elevando el estrés a consecuencia de una falta de cansancio reparador.
Perturbar la tranquilidad del hogar de cualquier vecino sobrepasando los niveles de ruido legales, se considera una violación al derecho a la intimidad personal y familiar, recogido por el artículo 18.1 de la Constitución. En este sentido, existen una serie de reglamentos que velan por la prevención, la vigilancia y la reducción de la contaminación acústica. ¡Te los contamos!
Los ruidos que suceden dentro de una comunidad de vecinos pueden provenir de alguna vivienda o de las propias instalaciones de la finca. Sea como fuere, existen una serie de reglamentos que protegen a los afectados por el ruido en su vivienda:
La gestión del ruido en las viviendas recae en la autoridad municipal. Es decir, son los ayuntamientos quienes se encargan de establecer el horario y los límites de ruido en la zona que es de su competencia. Las ordenanzas suelen ser similares en los distintos territorios del país, por lo que se puede establecer un horario estándar:
Durante estas franjas horarias, está permitido poner música, hacer fiestas en casa, hacer mudanzas e, incluso, obras y reformas. El único límite dentro de este horario es la intensidad del ruido o los decibelios, que también están estipulados por el consistorio. Salvo excepción:
Una de las fuentes de ruido más comunes en los bloques de pisos son las obras, realmente molestas para los oídos. El ruido que proviene de esta actividad también está regulado por el ayuntamiento pero, además, se deben tener en cuenta las normas mínimas de convivencia estipuladas en los estatutos de cada comunidad de vecinos. En este sentido, para hacer obras, el inquilino debe tener el permiso de la comunidad y nunca las podrá hacer fuera del horario permitido. Asimismo, si se usa maquinaria, el horario se reduce hasta las 20 horas, por lo general.
Si se incumple la normativa explicada anteriormente, bien sea por parte de un vecino, por la propia comunidad o por ti mismo, las sanciones que se pueden llegar a asumir son bastante importantes. Te contamos el proceso para solucionar los problemas de ruido y las sanciones que se deberán asumir en caso de no cumplir con las legislaciones y las normativas. El procedimiento a seguir para poner fin a los molestos ruidos es el siguiente: