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El cambio climático es un hecho real y una problemática global en la que todos debemos tomar partido y aportar nuestro granito de arena. Aparte de reducir el uso del transporte privado en favor del público, de reducir el consumo de plásticos y de reciclar, también podemos llevar la sostenibilidad a otros aspectos de nuestra vida. Hoy vamos a hablar de la arquitectura ecológica y de la importancia de llevar un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente. ¡Toma nota!
La arquitectura ecológica es el proceso de construir estructuras eficientes utilizando métodos ecológicamente responsables con el objetivo de reducir el impacto negativo de las construcciones sobre la salud medioambiental y humana. Supone un compromiso con la sostenibilidad desde el diseño hasta la construcción, uso, durabilidad y demolición del inmueble.
Esta corriente también se conoce como bioconstrucción, arquitectura verde o arquitectura amigable con el medio ambiente. Que la arquitectura sea concebida como un arte no tiene porqué ir ligado al desperdicio de recursos y de dinero. Este tipo de construcción surge como elemento de unión entre la belleza y la creatividad con la sostenibilidad.
Una vivienda ecológica, por tanto, es aquella que está integrada en su entorno, construida con materiales naturales y reciclados y que aprovecha los recursos naturales como fuentes de energía. Además, proporciona un alto nivel de confort y menos demanda de consumo en climatización por estar bien orientada y contar con sistemas óptimos de aislamiento, sellado, protección y ventilación.
En síntesis, consiste en programar, proyectar, realizar, utilizar, demoler, reciclar y construir edificios sostenibles tanto para los seres humanos como para el medio ambiente. La arquitectura ecológica concibe el diseño arquitectónico de manera sostenible, optimizando los recursos naturales y los sistemas de edificación de tal modo que minimicen su impacto ambiental sobre el medio y sus habitantes.
La arquitectura ecológica tiene como objetivos principales reducir el impacto medioambiental, mejorar la calidad de vida y el confort de los ocupantes y garantizar un menor mantenimiento y costes. Por ello, se centra en diseñar edificaciones integradas en el entorno y en la optimización, conservación y reutilización de los recursos materiales y naturales.
Se trata de una arquitectura adaptada e integrada a las condiciones de su entorno y basada en factores bioclimáticos, que tiene en cuenta las condiciones climáticas de la localización para orientar la edificación de tal forma que se aprovechen al máximo los recursos que aporta la naturaleza. A continuación entramos más en profundidad en los rasgos característicos de la arquitectura ecológica:
La construcción convencional utiliza materiales tóxicos y genera un gran impacto en la salud medioambiental y de los seres humanos, lo que resulta poco eficiente y un peligro para la comunidad. Por eso, la arquitectura ecológica aboga por una serie de procesos y sistemas que buscan un mayor rendimiento con el menor impacto.
Asimismo, la construcción convencional consume mucha energía y es una de las responsables de gran parte de las emisiones de dióxido de carbono. Construir a través de arquitectura ecológica ayuda a minimizar este impacto, respetando el mundo que nos rodea al emplear energías renovables. El ahorro energético y económico están asegurados con este tipo de construcciones porque gastan menos y son más eficientes, hechos que se verán reflejados en las facturas y en la salud del planeta. Este tipo de construcciones permite un mayor ahorro que podemos sumar al de contratar seguros de hogar eficientes y adaptados o contar con electrodomésticos de bajo consumo.