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El olor a quemado en un vehículo puede deberse a diversas causas, entre ellas, problemas con el embrague, fugas de aceite o anticongelante, sobrecalentamiento de los frenos, desgaste de las gomas, fallos eléctricos o incluso la auto-combustión del aceite del motor.
Identificar el origen es clave para evitar daños mayores. Muchas partes del coche alcanzan temperaturas elevadas, por lo que cuentan con aislantes térmicos que previenen incendios y minimizan la emisión de olores.
Autocombustión del aceite del motor
Este problema es común en zonas cálidas y afecta, principalmente, a vehículos con turbo, en especial los diésel. El turbo, que gira a altas revoluciones, necesita aceite para lubricación y refrigeración. Si sus juntas se deterioran, el aceite puede filtrarse en la admisión, provocando humo negro y un intenso olor a quemado.
Un buen contrato de seguro puede también ayudar a resolver problemas de este tipo mediante una completa asistencia del vehículo.
El mayor riesgo es que el motor siga acelerando incluso tras apagar el contacto, emitiendo humo azul y pudiendo llegar a griparse. Ante esta situación, se recomienda engranar una marcha larga y soltar el embrague de golpe para calar el motor y detener el vehículo. En este caso, es fundamental llevar el coche al taller sin volver a encenderlo.
Fallos eléctricos y cortocircuitos
Un mal contacto en el sistema eléctrico puede ocasionar un cortocircuito, generando un intenso olor a quemado. Si el polo positivo se suelta debido a las vibraciones del motor y toca el negativo (el chasis), pueden saltar fusibles y producirse otras averías.
Conviene en cada revisión de mantenimiento siempre comprobar a nivel global el sistema eléctrico del coche.
Fugas de anticongelante o aceite
Las pérdidas de estos líquidos pueden provocar este tipo de olor si entran en contacto con el motor, que en pleno funcionamiento alcanza temperaturas de hasta 900 °C. Además, al reponer aceite o anticongelante, si alguna gota cae sobre superficies calientes, el olor desaparecerá tras su evaporación.
El anticongelante, por su alto contenido en alcohol, también puede desprender este olor al alcanzar altas temperaturas. En general, no es motivo de alarma, pero conviene revisar y limpiar cualquier derrame para evitar acumulaciones perjudiciales.
Gomas sometidas a altas temperaturas
Si las ruedas derrapan al arrancar, se desprende un olor característico a caucho quemado, perjudicando el dibujo de los neumáticos. Además, el olor puede provenir de mangueras flojas o correas de transmisión desajustadas que rozan con componentes calientes del motor.
En este caso el olor a quemado es muy característico ya que se percibe un elemento claro de plástico quemado que sin duda procederá de algunas de las alternativas anteriores.
Problemas en el embrague
Este fallo es frecuente en vehículos con menor cilindrada y embragues pequeños. Cuando los ferodos se desgastan, el embrague puede patinar, generando un olor a quemado. Para evitarlo, es recomendable un uso suave del acelerador y un correcto acople del embrague para transmitir la potencia sin deslizamientos excesivos.
Asegurar un vehículo es un momento importante de cara al futuro cuidado del mismo y de sus ocupantes, por lo que siempre hay que analizar al detalle las necesidades posibles a lo largo la vida del mismo, como puede ser la atención y servicio en caso de averías potenciales como las descritas.
Sobrecalentamiento de los frenos
Cuando se circula por carreteras de montaña, se realizan frenadas intensas o se transportan cargas pesadas, los frenos pueden calentarse en exceso. El roce de las pastillas contra los discos genera fricción y, con ello, un olor a quemado. Aunque es un fenómeno común, no es recomendable abusar de los frenos para evitar un desgaste prematuro.
¿Qué hacer si mi coche presenta olor a quemado?
Si notas este olor, conviene identificar su origen y, en caso de duda, acudir a un mecánico para evitar averías graves. Un diagnóstico temprano puede prevenir fallos mayores y garantizar la seguridad en la conducción.
Para asegurar tu coche adecuadamente y tener la tranquilidad necesaria, consulta el seguro para coches de Verti, con coberturas personalizadas que se ajustan perfectamente a tus necesidades, garantizando que tu vehículo esté protegido en todo momento.
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