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Un ático es el último piso de una construcción. Sin embargo, esto no quiere decir que un ático tenga que ser siempre la última planta del inmueble. Deberá llevar consigo también una terraza privada para que pueda considerarse como tal. Pero, ¿cuáles son las principales ventajas de vivir en un ático?
En los últimos años los áticos se han revalorizado mucho, hasta el punto de ser generalmente más caros que las viviendas tradicionales. Las razones pueden ser diversas, aunque la mayoría de ellas apuntan a su altura y a las vistas. Pero antes de comprar un ático hay que valorar algunas de sus ventajas y puntos débiles.
Los áticos, en la actualidad, tienen una enorme demanda. En la mayoría de obras nuevas son los primeros inmuebles que se suelen vender. ¿Por qué ocurre?
A no ser que el edificio tenga enfrente otro inmueble más alto, los áticos ofrecen siempre las mejores vistas. Esta es, precisamente, una de las razones que pueden encarecer su pecio. Si las vistas son privilegiadas, es muy probable que el ático sea mucho (o algo) más caro que las otras viviendas que conforman el edificio.
El hecho de situarse en la planta más alta del edificio hace que el ático sea la vivienda con mayor luminosidad. No en vano, suelen estar ubicados en una posición ideal para poder aprovechar al máximo todas las horas de luz natural. Esta es, sin duda, una de las grandes ventajas de vivir en un ático.
Por lo general, la mayoría de los áticos disponen de una terraza para poder disfrutar al aire libre. La terraza suele tener acceso desde el salón de la vivienda, a través de unas grandes cristaleras. Este apartado de la casa es ideal para el buen tiempo y hacer distintos planes, como pequeñas reuniones al aire libre o barbacoas en la terraza, por eso, se ha vuelto un pequeño lujo en los últimos tiempos.
La altura del ático permite disfrutar de una mayor intimidad y privacidad, tanto en el interior como en el exterior de la vivienda. Quienes vivan en un ático podrán salir a la terraza sin problemas. Además, al no tener viviendas por encima y estar alejados del nivel de la calle, el ruido también disminuye.
Al tratarse de un tipo de vivienda con una enorme demanda, un ático es una de las inversiones más seguras que se pueden hacer en la actualidad. Si en algún momento necesitas alquilarlo o venderlo, es muy probable que lo hagas antes que si tuvieras un piso. Esta suele ser una de las ventajas más interesantes desde el punto de vista económico.
Al igual que hay diversas ventajas de vivir en un ático, también hay que tener en cuenta algunos inconvenientes en este tipo de viviendas.
El precio de un ático suele ser más elevado que el de una vivienda tradicional. Todo dependerá de la ubicación y las calidades, pero por lo general este precio se sitúa entre un 20% y un 40% más caro. Pero, a pesar de este precio, poseen una fuerte demanda, siendo de los primeros inmuebles, junto con los bajos con jardín, que se venden en el edificio.
Si la zona en la que se sitúa el ático es muy calurosa en verano y muy fría en invierno, estará mucho más expuesta al rigor de las temperaturas. Esto hará que se requiera del uso continuado del aire acondicionado y la calefacción, lo que va a suponer un mayor gasto energético y una factura más alta en el consumo de luz y energía.
Un ático está mucho más expuesto a la intemperie y los agentes climáticos que una vivienda normal. Es por eso que necesitará de un mayor mantenimiento que los pisos. Precisamente, habrá que prestar especial atención a las filtraciones, a las goteras y los problemas de humedades en las paredes y techos.
A su vez, la prolongada presencia de la luz del sol puede deteriorar, con el tiempo, cortinas, persianas y otros elementos del interior del ático. Es por ello que contar con un buen seguro de hogar con las coberturas que necesitas se vuelve aún más imprescindible en este tipo de viviendas.
Por todo esto, es muy importante sopesar todas las ventajas de vivir en un ático y confrontarlas con los posibles inconvenientes antes de comprar un inmueble de este tipo. Si bien son viviendas que suelen ser más caras, lo cierto es que se podrá disfrutar en ellas de unas vistas privilegiadas y de una mayor tranquilidad y privacidad.
Tanto es así que, si las dimensiones y la comunidad de vecinos lo permiten, se pueden llegar a instalar piscinas privadas u otros elementos. Un ático va a ser siempre una inversión más que rentable.