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Hoy en día, los nuevos modelos de automóviles que salen al mercado son cada vez más avanzados y tienen mayores prestaciones. Cada cierto tiempo aparecen nuevos componentes y funciones que hacen que los coches sean más seguros, eficientes y potentes. Sin embargo, hay componentes y aspectos del vehículo que continúan escapando del conocimiento de la mayoría de conductores. Es algo que sucede de forma habitual con el ralentí.
Para quienes se preguntan qué es el ralentí, simplemente hace referencia al régimen de revoluciones mínimo en que se encuentra el motor de un coche sin que aceleremos o tengamos una marcha puesta. Es decir, es el régimen en el que se encuentra un motor cuando lo encendemos y lo tenemos en punto muerto.
A simple vista puede parecer algo sin importancia y que no sirve de mucho, pero conocer qué es el ralentí de un coche es algo sumamente importante en un vehículo.
El ralentí sirve para poner en funcionamiento los distintos sistemas que un coche tiene incorporados. Activa el sistema de lubricación, permitiendo que el flujo de aceite se reparta correctamente por todo el vehículo. También hace funcionar el sistema de refrigeración para evitar sobrecalentamientos en el motor y en el aceite. Y, finalmente, permite el correcto funcionamiento de los distintos componentes eléctricos del coche (hace que podamos escuchar la radio, activar el GPS o encender las luces).
Con un sistema de revoluciones mínimo también podemos lograr que se cargue la batería del coche. Eso sí, no se trata de un modo de ahorro y no hay que usarlo como tal. El ralentí consume, de promedio, entre 0,5 y 0,7 litros de combustible por hora, pero no deja de ser importante para hacer funcionar bien el coche.
Los problemas con el ralentí pueden surgir si tu coche tiene unos cuantos años. Para evitar sorpresas, contrata un seguro de coche que tenga todas las coberturas que necesites al mejor precio, como los de Verti.
Una de las formas más sencillas de comprobar que nuestro motor en ralentí funciona correctamente es el ruido. Es un sonido monótono, que puede sonar distinto en cada coche, pero que siempre debería ser el mismo. Si por ejemplo notamos alguna variación en las revoluciones por minuto (esto se nota en el sonido, que deja de ser lineal y constante), quiere decir que hay algún problema.
De igual manera, si observamos que el vehículo es más susceptible cuando se cala, es porque el ralentí es más sensible y por lo tanto hay algo que no funciona del todo bien.
Si el coche se acelera o desacelera sin motivo, también puede significar algún tipo de fallo. Estos síntomas tal vez son más imperceptibles para usuarios que apenas tienen conocimientos sobre la materia. Sin embargo, también hay indicios más evidentes de que la válvula del ralentí está sufriendo problemas.
Si por ejemplo, al estar en ralentí, el coche se apaga repentinamente, es un signo evidente de que hay que hacer una reparación urgente. Pero la pregunta es: ¿a qué se debe el problema? ¿Qué está causando este fallo en el ralentí? Es importante identificar bien el problema de base para aplicar la solución adecuada. De lo contrario, el infortunio persistirá y la primera reparación habrá sido en vano.
Las posibles causantes de un ralentí inestable son:
Los problemas que puedas tener se pueden resolver con un desmontaje y limpieza en profundidad, puesto que normalmente el problema de un ralentí inestable es la acumulación de suciedad. En otros casos se requiere del reemplazo de una pieza o de un componente nuevo. Pero la clave para la buena salud del ralentí de tu coche, como en todo, es el buen mantenimiento y cuidado.
Por ejemplo, en el caso del sensor del ralentí y de su válvula, es inevitable que la suciedad se acumule. Se recomienda, por lo tanto, limpiarla cada 40.000 kilómetros con el fin de alargar su vida útil. Si no realizamos este mantenimiento de limpieza, nos veremos obligados a cambiar el IAC cuando realmente haya problemas, porque el daño ya será irreparable. Eso además será más costoso.
También se recomienda esperar hasta 20 segundos tras el encendido del motor para que el ralentí pueda cumplir debidamente su función de activar el resto de sistemas del vehículo. De este modo garantizamos una mejor salud a largo plazo de los demás elementos de nuestro coche, ya que estaremos permitiendo que todos los componentes alcancen una temperatura adecuada.
En conclusión, el ralentí es un aspecto muy importante, ya que es un buen indicativo de la salud del vehículo. Prestarle la atención necesaria, junto con un buen mantenimiento y cuidado nos evitará disgustos a medida que nuestro coche vaya ganando kilometraje. De igual manera, cualquier alteración en el mismo nos será fácilmente detectable y nos permitirá resolver el problema cuanto antes.