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Es habitual que, con la llegada del verano, empieces a notar que el aire acondicionado desprende un olor poco agradable y ya no sepas si es mejor apagarlo o encenderlo. Este mal olor en el aire acondicionado suele producirse después de varios años de uso, y no es una buena señal.
Para poder eliminar el problema lo primero es identificar la causa que lo produce. Entre los culpables más habituales se encuentran:
El sistema del aire acondicionado del coche cuenta con un filtro de partículas que se encarga de limpiar el aire cada vez que entra y sale. En este filtro, con el paso del tiempo, se puede acumular suciedad y el sistema podría desprender mal olor al activar el aire acondicionado.
La solución más rápida y sencilla es cambiar el filtro del aire.
Si la humedad se queda atrapada en el condensador del sistema de aire acondicionado, puede que las bacterias se acumulen en su interior y favorezcan la aparición de moho, dando así lugar a malos olores. Además, este problema puede causar reacciones alérgicas, como tos, estornudos o ardor en los ojos.
En este caso deberías llevar tu vehículo a un taller para hacer una limpieza a fondo. Recuerda que el mantenimiento general del vehículo es esencial para conducir con seguridad, así como contar con un buen seguro de coche.
Pese a que el aire acondicionado del coche puede ser el culpable principal de que no haya un olor agradable en el interior del vehículo, existen otras posibilidades o causas secundarias que pueden crear malos olores.
Si el problema persiste una vez realizado el mantenimiento del aire acondicionado, debemos valorar otras causas que suelen derivar de malos hábitos:
“Los ambientadores son un recurso muy típico cuando contamos con este problema, pero tan solo camuflan los malos olores de forma temporal. “
Para que los malos olores no se resistan, te contamos cómo acabar con algunos de ellos según su causa:
Cuanto más fumes en el coche, más complicado es eliminar el olor a tabaco. Además, puede producir que el interior del vehículo se impregne de forma permanente del olor a humo de cigarro.
Para combatir este problema, lo primero es vaciar el cenicero y limpiarlo en profundidad. Como suelen estar fabricados en plástico, podrás limpiarlo con cualquier producto de limpieza básico. Luego aspira todo el suelo y los asientos para retirar el resto de ceniza. Por último, limpia toda la tapicería con agua y bicarbonato, o en su defecto un producto de limpieza similar.
Ventilar bien el coche también ayudará a que pierda el aroma a tabaco.
En el caso de que hayas tenido la mala suerte de que alguien haya vomitado en el interior de tu coche o se haya derramado algún líquido de olor fuerte, un remedio sencillo y eficaz es espolvorear bicarbonato sobre los asientos y las alfombrillas y dejarlo actuar entre 8 y 12 horas. Después solo hay que aspirar el bicarbonato y rociar con ambientador para disimular el fuerte olor (que irá desapareciendo poco a poco).
El olor a humedad en el coche también puede llegar a ser bastante desagradable, por lo que lo más recomendable es que ventiles el coche cuanto antes.
En las alfombrillas también se puede acumular bastante humedad. Deberás sacarlas, limpiarlas bien y ventilarlas fuera del vehículo antes de volver a colocarlas.
Una de las tecnologías más eficaces para eliminar malos olores del interior de un coche es mediante un cañón de ozono. Son todo ventajas, porque además de eliminar los malos olores también elimina las bacterias. El componente que se usa no es tóxico, por lo que no deja ningún tipo de residuo.
Esperamos que con estas soluciones puedas mantener el coche limpio y agradable, evitando sufrir con los malos olores.