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Si desconoces los requisitos para comprar una moto, estás en el lugar indicado. Desde Verti Seguros vamos a explicarte paso por paso, todos los trámites necesarios para que puedas adquirir una moto, así como la documentación pertinente para realizar esta adquisición.
Una de las diferencias fundamentales entre uno y otro es la famosa garantía.
Nunca sabremos a ciencia cierta en qué estado se encuentra la moto. Estar en posesión de una garantía que nos pueda resolver determinados imprevistos puede ser vital.
Los concesionarios están obligados por ley a ofrecer una garantía mínima de 6 meses en los cuales, si detectamos cualquier problema, podemos acudir a que nos lo resuelvan sin coste alguno para nosotros. Sin embargo, entre particulares, el Código Civil solo obliga al vendedor a vender el vehículo libre de cargas, sin ofrecer ninguna garantía.
También hay que tener en cuenta el aspecto burocrático. Si acudes a un concesionario, ellos se encargan de todo el papeleo necesario en la compra-venta. De hacerlo entre particulares, seremos nosotros quienes debamos gestionarlo.
En lo que se refiere al precio, suele ser más económico entre particulares, ya que no abonamos el IVA (pero sí el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales).
Antes de proceder con la compra, es crucial asegurarse de que la moto esté libre de multas y no haya sido reportada como robada. Para esto, es fundamental obtener un informe del estado del vehículo emitido por la DGT, el cual incluirá detalles como la historia de la ITV, el historial de propietarios, entre otros.
Además, en el caso de adquirir una moto de segunda mano, se recomienda solicitar el libro de mantenimiento, así como las facturas de reparaciones y revisiones realizadas.
Para completar el proceso de adquisición y obtener la titularidad, se requiere la siguiente documentación:
Permiso de circulación de la moto (original y copia).
Una vez se cuente con toda la documentación necesaria, será necesario abonar el impuesto de transmisiones patrimoniales (modelo 620) en la oficina de Hacienda correspondiente, equivalente al 4% del valor del vehículo. Posteriormente, se debe realizar el cambio de titularidad en la Jefatura de Tráfico, tras el pago de las tasas correspondientes.
Por lo general, el comprador es responsable de cubrir los gastos asociados al cambio de titularidad y el impuesto de transmisiones patrimoniales, y debe hacerlo en un plazo máximo de 30 días desde la firma del contrato.
Con todos estos pasos cumplidos, se puede tener la certeza de haber completado los requisitos necesarios para la compra de una moto.