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El casco es un elemento de protección fundamental en el uso de motocicletas, ciclomotores, quads y cualquier otro vehículo de dos ruedas. Este complemento reduce el impacto de los accidentes, suavizando así las posibles consecuencias para la salud.
Al igual que el cinturón de un coche salva vidas todos los días, el casco también lo hace. Por ello, la ley establece su uso como obligatorio y multa a aquellas personas que no lo utilicen y no estén dentro de las excepciones reguladas.
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La multa por no llevar casco en la moto supone una sanción de hasta 200 euros y una pérdida de hasta 4 puntos en el carnet, tal y como fija la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Además, si este elemento de protección se utiliza de forma indebida (como puede ser desabrochado), también supone la misma penalización. Estos puntos se podrán recuperar pasados dos años sin cometer infracciones.
La multa por no llevar casco supone una sanción de hasta 200 euros y una pérdida de hasta 4 puntos en el carnet de conducir.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), en el 20% de los accidentes de moto el casco sale despedido debido a una elección errónea de la talla. El tallaje de este elemento es sumamente importante, ya que el uso de casco previene un 44% de las lesiones de cabeza según el Manual de Seguridad Vial.
Tal y como se estipula en el artículo 118 del Reglamento General de Circulación, la obligatoriedad del uso de casco en las motocicletas, ciclomotores y otros tipos de transporte en los que se exige su uso, incluye a la figura del acompañante. Esto se debe a que, en caso de accidente, la persona que va “de paquete” es también vulnerable a sufrir consecuencias graves.
En cuanto a la sanción, el artículo 69 del mismo reglamento establece que la responsabilidad de que el acompañante no vaya equipado con casco recae sobre el conductor. En este caso, la multa supone un importe de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir. Si el conductor tampoco llevase casco, la sanción sería doble, por lo que el importe ascendería hasta los 400 euros y una detracción de 6 puntos.
Las ventajas de llevar puesto el casco cuando vas en moto son tan obvias como importantes:
· Actúa como barrera protectora entre la cabeza y el objeto de impacto.
· Evita el contacto de los ojos con insectos, polvo, viento o agua.
· El material de su interior absorbe parte del impacto.
En primer lugar, el casco debe estar homologado por la Unión Europea, ya que esto indica que sigue las normativas establecidas tanto a nivel nacional como a nivel europeo para garantizar la seguridad de los conductores o pasajeros. Para saber si un casco está homologado habrá que mirar en las etiquetas interiores y buscar una sucesión de números y letras que comience por “E”.
En segundo lugar, el casco, como se ha comentado anteriormente, ha de ser de la talla adecuada. Para hacerlo, mide con cinta métrica el diámetro de tu cabeza. Cuando estés probándote uno, mueve la cabeza con movimientos rápidos y asegúrate de que el casco no se queda atrás. Además, la correa no debe quedar suelta y el sitio adecuado para abrocharla es bajo el cuello.
En tercer lugar, el casco tiene que tener un sistema de ventilación por orificios que evite la creación de vaho en la visera, garantizando así una buena visibilidad.
Por último, la visera que acompañe al casco es importante que no esté tintada. Las viseras negras o ahumadas solo pueden utilizarse legalmente cuando estén homologadas y en las horas de luz, tal como indica un mensaje en su interior.
Según el Reglamento General de Circulación, tanto los conductores como los pasajeros de motocicletas, triciclos, cuadriciclos o ciclomotores tienen la obligación de usar el casco en vías urbanas e interurbanas. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que no llevar casco no supone una multa.
De esta manera, quedan exentos de utilizar cascos los conductores y pasajeros de motocicletas, cuadriciclos y ciclomotores que incluyan estructuras de autoprotección y cinturón de seguridad, según el artículo 118. En estos casos, se deberá usar el cinturón de seguridad en todo momento.
En el caso de las bicicletas, monopatines y otros vehículos de movilidad personal, el casco es un complemento imprescindible para la seguridad de sus conductores. Según los datos de la DGT del periodo correspondiente desde 2006 a 2015, una de cada tres lesiones en ciclistas es de tipo cerebral y, generalmente, son irreversibles.
Para la elección de este objeto de seguridad, la DGT recomienda medir la cabeza con una cinta métrica por encima de las orejas, para así seleccionar correctamente la talla adecuada. Además, el casco debe ir ajustado a la cabeza, evitando que baile pero sin llegar a oprimirla. En cuanto a las correas, estas deben ir alrededor de las orejas y por debajo de la mandíbula.
En lo que respecta a la sanción, circular en bicicleta por la carretera sin caso supone una multa de 200 euros.
En definitiva, más allá de la multa, el no usar casco debe preocuparte por las consecuencias nocivas que puede tener para tu salud. Al fin y al cabo, los transportes en los que se exige su uso están menos preparados para proteger a los pasajeros en caso de accidente. Así, tanto los conductores como los pasajeros son más vulnerables a sufrir secuelas, en muchos casos definitivas. Asegúrate de llevar uno adecuado y nunca circules sin él: tu bolsillo sufrirá y tu salud también.