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Los organismos e instituciones oficiales se ven en la obligación de regular las exposiciones al ruido presentes en el ambiente, con la finalidad de proteger de sus consecuencias a las personas y así garantizar su bienestar. Una multa por exceso de ruido de una moto puede ser una de esas medidas ejecutadas por las autoridades en el marco de la legislación vigente, y tiene el objetivo de disminuir la contaminación acústica generada por el tráfico.
Esta medida busca combatir uno de los factores que puede afectar a la salud física y mental de las personas como es la contaminación acústica. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se considera ruido todo sonido o mezcla de ellos que superen los 65 dB (decibelios) de intensidad durante el día y los 55 dB durante las horas de la tarde y la noche.
Cada vez son más las ciudades que, por el denso tráfico en las calles, sobrepasan los niveles sonoros máximos recomendados. Esto se traduce en un importante problema ambiental para la sociedad y genera efectos nocivos en la salud integral de la población. Los distintos tipos de vehículos a motor, y en especial las motocicletas, son los principales causantes de del bullicio del día a día.
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Los niveles excesivos de ruido son objeto de sanción conforme a lo establecido en normativas municipales, en cumplimiento de la legislación vigente del sector, y sobre la base de lo consagrado en el marco jurídico nacional y regional.
En primera instancia, el artículo 7 del Reglamento General de Circulación señala que todo vehículo tiene prohibido circular por las vías y terrenos objeto de regulación en el caso de generar emisiones electromagnéticas que superen la intensidad de sonido permitida por las normativas específicas en materia de ruido ambiental.
Conforme lo anterior, surge la Ley del Ruido en el año 2003, instrumento que recoge las regulaciones y formas de reducir la contaminación acústica en el ambiente, principalmente generada por el ruido de todo tipo de vehículos, pero también por las diversas actividades del sector industrial.
Desde entonces, todo motorista deberá procurar que su vehículo no exceda de los 91 dB establecidos como límite máximo permitido de emisión de ruido si quiere evitar una posible sanción de inmovilización o multa por ruido de moto de hasta 600 euros (cuantía que depende de cada municipio).
De conformidad con un marco jurídico general, el umbral tope del nivel de ruido se toma como referencia de la normativa europea, tras el desarrollo de distintas Directivas relacionadas con la gestión del ruido ambiental a lo largo de las últimas décadas.
Asimismo, la aplicación regulatoria sobre esta materia se ampara en los Principios rectores de la política social y económica de la Constitución Española, de manera específica en los artículos 43 y 45, referentes a la protección de la salud y del medio ambiente, respectivamente, así como a la defensa del derecho fundamental a la intimidad personal y familiar establecido en el artículo 18.1.
La aplicación de sanciones sobre los conductores de moto por exceso de ruido varía de acuerdo al municipio y sus ordenanzas. Pese a que las regulaciones no se ejecutan de manera estricta, cada vez son más las denuncias efectuadas contra el excesivo ruido de las motocicletas en las calles, lo que ha hecho recobrar un interés general en el tema.
A rasgos generales, conducir una moto sin silenciador (o cuando el instalado no cumpla con su función principal de amortiguar el ruido que la moto genera para reducir el nivel de decibelios), podría acarrear multas por ruido de moto de en torno a los 200€.
Por otra parte, una avería del tubo de escape o una modificación no reportada en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que provoque ruido por encima de los decibelios permitidos, también es motivo suficiente para ser objeto de una multa por el ruido del escape.
No obstante, en algunos ayuntamientos, cuando se emplea un sonómetro homologado para realizar las comprobaciones del incumplimiento del nivel sonoro autorizado para el vehículo, la cuantía de la multa por exceso de ruido de una moto puede elevarse hasta los 600€, lo que ha alertado a los conductores.
En otros casos, el vehículo incluso puede ser inmovilizado si supera por más de 6 dB los límites de emisión sonora permitidos, además de ser trasladado a departamentos habilitados para tal efecto. Este tipo de sanción también puede aplicarse si, además de superar los decibelios estipulados como tope, la moto genera una cantidad de gases mayor a la permitida.
Como has podido ver, el ruido de las motos no es algo que pase desapercibido hoy en día en nuestro entorno. Las autoridades velan cada vez más por la tranquilidad y la seguridad de los ciudadanos y una moto que genere una cantidad de decibelios ilegal tiene los días contados en nuestras carreteras.
Por este y muchos otros motivos, las motos eléctricas se están poniendo de moda en las ciudades, ya que apuestan por un transporte mucho más respetuoso con el medio ambiente desde un punto de vista ecológico y sonoro.