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Seguro que más de una vez te has preguntado cómo se mantiene tu moto en equilibrio cuando tomas una curva o cómo es que no te caes cuando la inclinas, tiene una respuesta muy sencilla, es gracias al efecto giroscópico. Gracias a la física y al efecto giroscópico nuestro vehículo de dos ruedas se mantiene en pie durante todo el trayecto. Te lo contamos en Verti.
Este efecto comienza cuando alcanzamos los 30 km/hora y se necesitan tres elementos para que se de: las dos ruedas y el cigüeñal. Las motos son el único vehículo a motor que utilizan el efecto giroscópico, en el que el cigüeñal es la pieza indispensable para que suceda. Gracias a este sistema conseguimos que la moto pueda inclinarse de maneras impensables y no caigas al suelo por la ley de la gravedad.
El efecto giroscópico se da cuando dos cuerpos están en rotación alrededor de un eje de simetría, es decir, para que funcione este sistema primero la rueda debe de girar sobre su propio eje, después se le obliga a girar en otro eje perpendicular al de la misma rueda. La velocidad en este caso es muy importante, ya que si vamos a poca, menos de 30 km/h, nos caeremos, algo que podemos ver claramente, por ejemplo, en MotoGP, si cogiesen las curvas con la inclinación con la que lo hacen a poca velocidad la rueda no giraría lo suficiente para que el efecto giroscópico funcionase y acabarían al final en el suelo.
Por eso el cigüeñal es una parte tan importante en la moto, sin ella el efecto giroscópico no funcionaría y no podríamos coger las curvas más inclinadas de la carretera sin caernos. Es la pieza que sostiene el cuerpo giratorio y transforma el movimiento rectilíneo en circular mediante un sistema de bielas. No solo consigue mantenernos en equilibrio si no que también nos ayuda a que la conducción sea más sencilla.
Si circulásemos a menor velocidad seríamos nosotros los que debemos de mantener el equilibrio en la moto, ya que a poca velocidad -menos de 30 km/h- el efecto giroscópico no funciona.
No solo las motos tienen dicho efecto, también lo podemos ver en nuestra vida cotidiana en más elementos de los que creemos como en el teléfono móvil -que funciona junto con el acelerómetro- que nos cuenta, por ejemplo, los pasos que damos a lo largo del día. También lo encontramos en los sistemas GPS o en los distintos videojuegos para móvil que detectan los movimientos que hacemos con los teléfonos.
Como ya hemos comentado gracias a este efecto conseguimos mantener la moto en equilibrio y no caer al suelo cuando tomamos una curva o la inclinamos, el efecto giroscópico nos proporciona seguridad encima de la moto durante nuestra conducción. No nos olvidemos de que aunque exista este efecto debemos de tener cuidado durante nuestros trayectos y conducir siempre con precaución.