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El tráfico representa uno de los problemas más frecuentes para quienes utilizan el coche como medio de transporte principal. Por ello, la popularidad de las motos ha aumentado y su uso se ha hecho cada vez más frecuente entre la población.
Las motocicletas facilitan y agilizan los desplazamientos gracias a sus dimensiones reducidas. Estos vehículos minimizan la cantidad de tiempo invertido en la movilización de un punto a otro y la tarea de encontrar aparcamiento se vuelve menos engorrosa.
Los vehículos de dos ruedas son asequibles y sus cuidados suelen ser baratos, en comparación con el mantenimiento que requiere un coche. Pero, si el presupuesto para la compra de una motocicleta es reducido, las motos usadas pueden ser una gran opción.
Como veremos a continuación, existen algunos tips para comprar una moto de segunda mano que deben ser considerados a la hora de efectuar la compra satisfactoriamente. Igualmente, tener tu seguro de moto con todas las coberturas que necesitas te dará una seguridad extra en tus desplazamientos.
Después de tantear distintas opciones, comparar costes y prestaciones de los modelos que te interesen, hay que realizar una evaluación minuciosa acerca de las condiciones generales de la moto, la documentación de la misma y el perfil del vendedor o propietario actual.
Estos parámetros deben ser verificados personalmente, puesto que por fotografía se pueden obviar detalles. Algunas de las características descritas a continuación se aprecian mejor con el uso o prueba del vehículo, así como con el contacto directo con el negociante.
Si eres novato en este mundillo, te vendría bien conocer qué tipos de motos existen en el mercado para elegir la que más te convenga.
Las motocicletas, como cualquier otro vehículo, están compuestas por sistemas mecánicos y eléctricos, además de todos los elementos que constituyen su carrocería. Las condiciones de estos pueden dar pistas acerca de los cuidados, reparaciones o accidentes que ha sufrido la motocicleta de segunda mano que te interese.
Los elementos sobre los cuales se debe poner mayor atención son los siguientes:
Los documentos del vehículo deben estar vigentes y en regla en el momento de hacer la transacción. Es importante verificar que los datos suministrados por el vendedor coincidan con los que aparecen en el documento, prestando mayor atención a la matrícula y el número que identifica el chasis. Descartar problemas con la titularidad del vehículo es prioritario.
Si quieres más información, puedes consultar nuestro artículo sobre los requisitos a la hora de comprar una moto.
Antes de realizar alguna transacción, es fundamental verificar la identidad del vendedor y/o propietario. Solicitar sus documentos personales y compararlos con los documentos del vehículo es una excelente opción. Uno de los trucos que pueden ayudarte a verificar los datos personales es la revisión de sus redes sociales.
La actitud y la forma de comunicarse por parte del vendedor también son importantes mientras se realizan las consultas acerca de la moto. El negociante debe brindar seguridad y transparencia.
Recuerda que, para realizar la compraventa de una moto, es necesario realizar el cambio de nombre.
Lo más recomendable antes de adquirir una moto de segunda mano es realizar una revisión completa en compañía de un mecánico o técnico especialista en el área, además de encender la motocicleta y manejarla durante algunos minutos, puesto que hay fallos que solo se pueden percibir mientras la moto está en circulación.
Es casi imposible conseguir una moto de segunda mano sin algún tipo de desgaste originado por su uso. Sin embargo, hay desperfectos que no afectan de forma considerable a su funcionamiento (sobre todo los relativos al aspecto exterior) y no ponen en peligro al conductor. En el caso de que el vehículo presente elementos en mal estado o desperfectos, pueden servir para rebajar el precio final de la operación en las negociaciones.