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Los airbags para motos buscan aumentar la seguridad sobre la moto, cuyo disfrute supone un mayor riesgo en comparación a la conducción de turismos. Sin este novedoso sistema, en caso de impactos o caídas, la única “barrera” que amortigua golpes y contusiones es el cuerpo humano.
No hay duda de que ser motorista es apasionante para quienes aman la libertad y la velocidad. La adrenalina que se genera al recorrer el asfalto sobre dos ruedas es indescriptible, pero al mismo tiempo, en España supone un importante índice de accidentes graves. Solo a finales de junio de 2020 la Dirección General de Tránsito (DGT) registraba 27 accidentes fatales.
El mismo organismo registra 5,4 millones de motocicletas y ciclomotores con permiso de circulación, lo que convierte a España en el segundo país de la Unión Europea con mayor cantidad de vehículos de dos ruedas en su parque móvil, 15 % del total según la misma DGT. Es por esto que cada vez es más importante contar con un seguro de moto adecuado, con todas las coberturas necesarias para conducir completamente tranquilos.
Con estas cifras, tanto las autoridades como fabricantes y asociaciones de motoristas están cada vez más empeñados en poner en manos de los motoristas elementos de protección, como es el caso de los airbags. Guantes, chalecos y cascos están evolucionando hacia crear una bolsa de aire alrededor del piloto.
¿Cómo funciona un airbag para moto? Es muy sencillo, sus sistemas integrados en la ropa y accesorios del conductor se hinchan y permiten amortiguar los golpes. Consta de un cordón que se ata a la motocicleta por un lado y al conductor por otro (en una especie de accionador). En el momento en que ocurre una caída, el conductor se separa del vehículo, el cordón se tensa y la clavija se desengancha, activando el sistema de inflado del elemento en la prenda en cuestión (sea chaleco, chaqueta, guantes o casco de moto).
De acuerdo con los fabricantes, su velocidad de respuesta es de entre 100 y 300 milésimas de segundo. Pero atención, aunque el airbag tal y como lo conocemos en los coches es un artilugio de compleja adaptación para las motocicletas, la tecnología apunta cada vez más a criterios de alta sofisticación en cascos y chalecos.
Y entonces, ¿cómo podremos saber cuáles son los sistemas más eficientes y qué ventajas aportan a la seguridad?
Algunos beneficios de invertir en chalecos o chaquetas con airbag para motos son:
– Logran evitar gran cantidad de consecuencias negativas por accidentes, como lesiones graves, e incluso pueden salvarte la vida. Protégete de lesiones en importantes áreas del cuerpo, como cuello, hombros, tronco y columna vertebral.
– Son reutilizables. Si el impacto no ha sido tan grave como para que la chaqueta tenga importantes daños solo tendrás que cambiar la botella y podrás volver a utilizarla.
– Sean mecánicos o electrónicos, se hinchan en milisegundos. Además, cada día la tecnología los calibra mejor para hacerlos más seguros y eficientes.
– Son bastante livianos y cómodos, por lo que sentirás que llevas tu chaqueta de toda la vida pero con mayor protección. Además, no escapan a las tendencias de moda y diseño, con diferentes modelos para elegir.
Lo primero que hay que decir en cuanto a su diseño es que el chaleco con airbag podemos entenderlo como una especie de bolsa de aire que se activa solo en caso de impacto. Su función es la misma que la de un airbag para coche, rodear de aire al conductor para amortiguar el golpe. Pero al ser parte de la vestimenta, actúa protegiendo todo el torso y extremidades superiores del conductor, siendo eficaz en caídas.
En definitiva, es una bolsa que se infla a través de una pequeña botella de CO2 que se activa con un movimiento brusco. Este efecto se consigue a través de dos mecanismos:
-Físico: Este mecanismo es también conocido como “hombre al agua” (por su uso en el mundo de la náutica) y se activa a través de un cordón que se engancha o conecta al manillar de la motocicleta. Este tipo es mucho más económico que uno electrónico, pero su efectividad está más que probada por los expertos.
-Electrónico: Es un mecanismo aún más eficaz que el anterior, ya que el sistema de inflado por CO2 es más rápido. Se activa a través de sensores que están programados para detectar una caída inminente. Pasados los 30 segundos el airbag comienza a desinflarse.
Las ventajas de usar este tipo de elementos de seguridad pasan por salvar la vida, pero también incluyen evitar o reducir el riesgo de lesiones graves que puedan dejar secuelas importantes.
Sus precios son muy variables según los distintos modelos y complejidad. Pueden llegar hasta los 500 o 600 euros, mientras que el recambio de una botella puede estar entre los 50 y 60 euros. Ante el aumento de seguridad que suponen, es una inversión muy planteable.
A la hora de elegir entre los diferentes modelos, la recomendación es dejarse aconsejar por profesionales. Por eso es bueno acercarte a tu tienda de motorista habitual y preguntar por las opciones. Define el uso que le darás y adquiere el chaleco con airbag adecuado a tus necesidades y prioridades.