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Las persianas ayudan a regular el paso de la luz natural y controlar la privacidad de un hogar o una oficina. pero también son un complemento importante de decoración y permiten aislar tanto térmica como acústicamente.
Para conseguir el mejor resultado, no solo habrá que ser minuciosos en la forma de hacer la limpieza de las persianas, si no que también hay que tener en cuenta el material y el estilo de cada persiana, para evitar dañarla y deshacerse de toda la suciedad.
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Por lo general, con una disolución de jabón y un trapo o esponja es posible eliminar la suciedad de las persianas, aunque esta tarea se puede complicar al realizar la limpieza de la parte exterior, especialmente si hace mucho tiempo que no se hace. La polución exterior y la acumulación de polvo pueden generar suciedad acumulada.
En este caso, podemos recurrir a productos específicos que hagan más sencilla la tarea. Además, si dispones de una vaporeta, puede ser una herramienta muy eficaz para facilitar el trabajo, evitando tener que frotar o hacer fuerza para eliminar la suciedad.
En caso de no contar con el espacio suficiente por la parte de fuera para limpiar las persianas por el exterior, habrá que proceder a desmontarlas del cajón.
Las persianas pueden estar elaboradas con distintos materiales, y para cada tipo existen rutinas de limpieza diferentes. Hay productos, procedimientos y hasta periodos en el día más adecuados que otros para limpiar las persianas de manera más efectiva. En este sentido, es preciso destacar cuáles son los métodos más comunes de acuerdo al tipo de persiana en cuestión.
Ya sean enrollables o romanas, para este material lo aconsejable es emplear una esponja húmeda y un jabón suave, preferiblemente neutro o sin olor. Si se requiere limpiar unas persianas muy sucias, puede sustituirse el jabón por un limpiador y aplicarse directamente a cada lado de la persiana o sobre la esponja, de acuerdo a las instrucciones del fabricante. Una vez aplicado el producto hay que frotar cuidadosamente hasta retirar las manchas, polvo u otras impurezas.
Tras los pasos previos, debe aclararse tanto la cara interior como exterior de la tela con un paño húmedo y bien escurrido hasta observar que los restos de suciedad y de jabón han sido retirados. Este procedimiento se recomienda hacer durante el día para que, al extenderse la persiana, los rayos solares ayuden a secarla, evitando así malos olores en el material a causa de una humedad prolongada.
Este tipo de persianas generalmente también se elabora con tela, aunque intercala de forma horizontal tejidos transparentes y opacos, que simultáneamente controlan la luz natural y permiten observar hacia el exterior.
Por sus características, suelen estar extendidas la mayor parte del tiempo, razón por la que está mucho más expuesta al polvo, aunque también brindan el beneficio de una limpieza mucho más sencilla.
Para este caso es recomendable una limpieza superficial mucho más constante, ya sea con un plumero o bien con una aspiradora, para evitar que la suciedad se esparza en el ambiente. Si requiere de una limpieza mucho más profunda, se sugiere desmontar la persiana, limpiar con agua tibia y jabón, aplicar suavizante, retirar los residuos de los productos y dejar secar al aire.
Las persianas tipo blackout son un tipo de cortina fabricadas con materiales de gran nivel de opacidad y comúnmente pesados, ideales para aislar por completo la luz solar, guardar plena privacidad del espacio y preservar la temperatura interior. Por sus características, sus superficies son sumamente resistentes, por lo que se puede usar vinagre o un producto limpiador para retirar manchas o impurezas.
El proceso debe efectuarse con cierta periodicidad para evitar que se acumule suciedad, pues desmontar la persiana para una limpieza más profunda no es lo más recomendado debido a que pone en riesgo la textura y vida útil de la cortina.
En casos extremos, lo más adecuado es contratar un servicio de limpieza de persianas a domicilio.
Una de las dudas más frecuentes a la hora de realizar una limpieza a fondo del hogar es cómo limpiar unas persianas venecianas.
Este tipo de persiana se compone de listones horizontales suspendidos uno encima del otro a través de una cuerda o cordón, que a su vez puede hacer cambiar la inclinación de cada barra para permitir regular el paso de la luz y la privacidad del lugar.
Sus materiales de elaboración son diversos, pudiéndose utilizar la madera, el plástico o el aluminio. De acuerdo al tipo de material, la limpieza requiere de atenciones importantes. Tanto el plástico como el aluminio son altamente resistentes al agua y al jabón, aunque las persianas de aluminio tienden a doblarse o quebrarse, por lo que la limpieza entre rendijas debe hacerse con mayor cuidado. En el caso de la madera se sugiere el uso de trapos secos, plumeros o aspiradora, además de productos específicos para evitar que el material se pudra.
Si aún tienes dudas sobre cómo limpiar las cuerdas de las persianas, ten en cuenta que, como suelen estar elaboradas con tela, pueden desmontarse con facilidad y lavarse con detergente y abundante agua.
Las persianas mallorquinas son estructuras adaptadas al cuerpo y marco de las ventanas y, por tanto, elaboradas con materiales densos como metales o madera. Se componen de lamas horizontales que se accionan mediante un mecanismo de apertura o cierre integrado en la propia estructura.
Una de las principales dificultades que presenta este tipo de persiana es limpiarlas por fuera, especialmente cuando se está en un piso alto y no hay acceso a su exterior.
Para limpiar las persianas mallorquinas por fuera sin necesidad de desmontarlas pueden abrirse las lamas tanto como sea posible para permitir el paso del plumero o paño para retirar la suciedad acumulada en su exterior y reforzar la acción con el uso de la aspiradora.
La mayoría de los modelos se componen de dos paneles, por lo que al tener uno abierto y uno cerrado puede haber cierto grado de accesibilidad para la limpieza de cada uno de ellos en su parte externa.
Las persianas en general, por sus características y ubicación, acumulan polvo y otras impurezas con cierta facilidad, y comúnmente, al momento de realizar su limpieza, se encuentran algunas zonas inalcanzables que hacen más difícil la tarea. Aunque el agua, el jabón, un cepillo de cerdas suaves, plumeros o trapos de algodón son elementos recomendados para retirar la suciedad, es importante reconocer que cada tipo de persiana requiere un tratamiento distinto, pues solo así tendrás la certeza de extender su vida útil.