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Una preocupación bastante frecuente en el cuidado y limpieza del hogar, radica en cómo eliminar los fuertes y desagradables olores que se desprenden de las tuberías. Vitales espacios como los baños y la cocina, donde por lo general contamos con dichos conductos, son precisamente las estancias en las que todo miembro del hogar debe poner especial atención a la hora de su cuidado y limpieza.
Los malos olores que se originan en los lavabos, duchas y fregaderos, no solo generan una sensación desagradable para la estancia y el uso de estos espacios, sino que pueden ser foco de enfermedades, infecciones o alergias, las cuales, sin duda, es preferible evitar.
Sin embargo, es común que, pese a una continua limpieza o aplicación de ambientadores o sprays, los olores desagradables retornen o se hagan permanentes; sobre todo en las épocas más calurosas o lluviosas, cuando el agua se evapora con mayor facilidad o aumenta la humedad en el ambiente. Estas condiciones, favorecen el desarrollo y exposición a las bacterias adheridas a los grifos y caños, que generalmente emanan el mal olor.
Por esa razón, la solución definitiva para eliminar el desagradable olor de las tuberías pasa esencialmente por atacar el problema desde la raíz. Además, ante cualquier incidencia o duda, siempre puedes acudir a la ayuda de tu seguro de hogar.
Para quitar el mal olor de las tuberías, primero es necesario conocer cuáles son los elementos que lo generan. Hay que tener en cuenta que, aunque los conductos de agua estén en buen estado, son espacios cuyas únicas fuentes de ventilación son los mismos orificios por donde se desechan las aguas sucias o contaminadas. Por ello, un uso consciente y responsable de las distintas estancias puede servir de gran ayuda para prevenir consecuencias desagradables, tanto al olfato como a la salud.
En este sentido, se enumera una serie de factores que pueden causar esos malos olores que emanan de las tuberías, en espacios primordiales del hogar como el baño y la cocina, así como consideraciones para disminuir tales efectos.
Con diseñar mecanismos o alternativas para permitir la renovación del aire, se tendrá una enorme ventaja a la hora de combatir los hedores desagradables.
Se debe cuidar la calidad de los productos utilizados en la limpieza, evitar adquirir aquellos que contengan compuestos muy agresivos y optar por alternativas respetuosas con el medio ambiente.
Es necesaria la utilización de filtros y evitar, en buena medida, el desecho de restos orgánicos sólidos, así como de objetos extraños que, no solo favorezcan la contaminación, sino que también puedan obstruir el desagüe.
Ante ello, es necesaria la periódica revisión, mantenimiento y aseo de las piezas, para una disposición de tuberías lo más alejada posible de impurezas, sobre todo en lavabos y fregaderos.
Ahora ya conoces las principales causas de los desagradables olores en las cañerías y desagües, así como las previsiones a ejecutar para evitar las consecuencias. En este punto, todo aquel que se pregunte cómo quitar el mal olor de las tuberías del baño o cómo quitar malos olores del fregadero, puede acompañar las recomendaciones citadas anteriormente, con alternativas naturales de limpieza y mantenimiento.
Para el caso de los baños y del desagüe de la ducha, se pueden emplear combinaciones de agua caliente y jabón o el habitual compuesto efervescente del vinagre y el bicarbonato, que ha demostrado resultados efectivos cuando de aseo se trata.
Por su parte, para el fregadero, las opciones se amplían y también se pueden emplear opciones que van desde el café molido, a cubos de hielo con sal y cáscaras de limón, elementos que suprimen considerablemente los malos olores de la cocina.
No debe olvidarse, como se ha reiterado, la importancia de atacar la raíz del problema, haciendo frente a las principales causas, y recurrir a personal especializado en caso de ser necesario.