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Cuando quieres contratar el seguro para un coche siempre te entran las dudas acerca de qué es un todo riesgo con franquicia o cuáles son las coberturas que incluye.
La franquicia es la cantidad de dinero que asumiría el propietario en caso de siniestro, debido a esto, la reducción en el coste de la prima se deriva de cómo se procede cuando existe cualquier tipo de siniestro y, por eso, es necesario conocer su funcionamiento en todos los supuestos.
En primer lugar, esta modalidad hace referencia a que, ante cualquier incidencia, el asegurado debe hacer frente a una parte de los daños según el acuerdo firmado con la entidad aseguradora. Por este motivo se reduce el importe de la cuantía. Esa cantidad es variable, pero las más comunes son de 250 o 300 euros.
Un ejemplo para verlo con mayor claridad es el caso de que contrates un seguro con una franquicia de 300 euros. Si el vehículo tiene daños por valor de 250 euros, la entidad aseguradora no te indemnizará y deberás asumir tú el coste del incidente. Si el accidente, en cambio, hace que el vehículo tenga daños por un valor de 1000 euros, la entidad aseguradora te indemnizará con 700 euros y el resto del importe debes asumirlo tú.
Otro caso, por ejemplo, se desencadena al no respetar la distancia de seguridad y golpear al vehículo delantero produciendo daños materiales. Como la culpa es tuya, el seguro indemnizará a ese vehículo y si tienes contratado un seguro a todo riesgo, se hará cargo de tu reparación. En caso de tener contratado un todo riesgo con franquicia y si el valor de tus daños materiales supera al importe de la franquicia, tendrás que abonar ese importe y el resto correrá a cargo de la aseguradora.
Si no has tenido ningún accidente de circulación y tienes daños materiales en el coche, ¿estarían los daños cubiertos?
Si tienes una póliza a todo riesgo sin franquicia sí, pero si la tienes con franquicia dependerá del importe de las reparaciones. Si tienes varios siniestros y cada uno tiene un coste del mismo importe o inferior al de la franquicia, deberás abonar el coste de cada una de las reparaciones.
Lo más recomendable es contratar un todo riesgo con franquicia cuando te interesa tener cubierto cualquier tipo de accidente de circulación y que, en casos diferentes de los anteriores como, por ejemplo, un golpe que se haya producido sin que un contrario se identifique, un acto vandálico o se haya producido una abolladura en un parking, el seguro cubra los daños.
Esta modalidad se recomienda cuando el vehículo que se pretende asegurar tiene una antigüedad de más de tres años o estás dispuesto a costear la mayor parte de la reparación llegado el caso.
Ahora que ya tienes un poquito más claro qué es un todo riesgo con franquicia, cuéntanos, ¿qué es lo que más te conviene?