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Si hablamos de medicación y conducción, nos da una combinación crítica. Lea aquí lo que está permitido y lo que debe tener en cuenta si está tomando medicamentos.
El 42% de los españoles toman medicamentos recetados por su médico y este porcentaje aumenta cada año. Muchos de ellos causan somnolencia, pueden afectar la capacidad de concentración o, en combinación con otros medicamentos, tener efectos secundarios peligrosos, lo que puede limitar la capacidad de conducción. Pero ¿qué deben tener en cuenta los conductores después de tomar medicamentos? ¿Con qué medicamentos debería uno abstenerse de conducir? Aquí están las respuestas.
En España, está prohibido conducir con ciertos medicamentos debido a sus efectos adversos, como somnolencia, atontamiento, confusión, alteraciones visuales, pérdida de reflejos, baja concentración, euforia y agresividad. Estos efectos reducen significativamente las capacidades para conducir y representan un peligro para la seguridad del conductor y de los demás usuarios de la vía.
Los medicamentos prohibidos son:
Fuente: DGT
Los antidepresivos son medicamentos psicotrópicos prescritos por profesionales de la salud para tratar la depresión, varios trastornos psicológicos, ciertos desórdenes alimentarios y problemas de control de impulsos.
Entre sus efectos secundarios se incluyen la aparición de ansiedad y agitación corporal, somnolencia, alteraciones en la coordinación y visión borrosa.
Debido a estos efectos secundarios, está estrictamente prohibido conducir un vehículo bajo la influencia de antidepresivos, ya que representaríamos un riesgo en la carretera tanto para nosotros como para los demás conductores y peatones.
Algunos ejemplos de estos medicamentos son la amitriptilina, amoxapina, desipramina (conocida como Norpramin), doxepina, imipramina, protriptilina y trimipramina.
Existen muchos tipos de analgésicos, más o menos potentes, que pueden afectar la capacidad de conducción en diferentes grados. Conducir con analgésicos comunes como ibuprofeno, paracetamol o ácido acetilsalicílico suele ser, si el conductor se siente bien, poco problemático, ya que estos principios activos apenas influyen en la percepción o atención.
Es diferente con analgésicos más fuertes:
La tilidina es un opioide. Conducir bajo la influencia de opioides está prohibido en España.
Lo mismo aplica para la morfina, otro opioide. En general, durante la fase de ajuste a los opioides, pueden ocurrir efectos secundarios como trastornos visuales, somnolencia, náuseas y mareos, lo que hace que la conducción sea imposible durante esta fase.
Targin es un analgésico opioide. Se aplican las mismas reglas que para los medicamentos mencionados anteriormente.
Ortoton se usa para tratar espasmos musculares dolorosos. Sus efectos secundarios pueden incluir mareos y somnolencia, por lo que no se debe conducir después de tomarlo.
Dependiendo de la dosis, Novalgina puede causar trastornos visuales. Por lo tanto, los conductores deben tener especial cuidado y abstenerse de conducir después de tomarlo.
Los expertos desaconsejan conducir después de tomar Tavor, Atosil u otros tranquilizantes y somníferos. La función de estos medicamentos es precisamente calmar a los afectados y ayudarlos a dormir, lo que puede reducir la capacidad de reacción y juicio, causando somnolencia y confusión. Además, en España está prohibido.
Otros medicamentos que pueden afectar la capacidad de conducción incluyen, por ejemplo, antihistamínicos para alergias, que pueden causar somnolencia. Algunas gotas para los ojos, utilizadas en tratamientos oftalmológicos, pueden dilatar las pupilas y aumentar la sensibilidad a la luz, en cuyo caso el médico le aconsejará no conducir. También puede ser que los medicamentos para la presión arterial, especialmente al inicio del tratamiento, causen mareos y somnolencia, por lo que el médico podría recomendar no conducir al inicio.
Vomex se usa para tratar náuseas y vómitos, a menudo relacionados con el mareo. Dado que Vomex puede causar somnolencia, se desaconseja conducir si se consume.
Arlevert se usa contra el mareo. También puede causar somnolencia, por lo que los conductores deben ser cautelosos al tomarlo.
Cuando se trata de medicamentos y conducción, se requiere precaución y responsabilidad personal. Cada conductor debe evaluar críticamente si los medicamentos afectan su capacidad de conducción y si puede ponerse al volante de manera segura.
Si toma medicamentos de manera regular, debe seguir estos consejos:
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