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Todos los conductores conocen el funcionamiento básico de un vehículo, sin embargo, un buen uso del coche va mucho más allá. Y es que, a veces, un conductor experto se diferencia por pequeños detalles que en el día de mañana permiten mejorar el control del vehículo y exprimir al máximo sus capacidades. Una de las técnicas que hay que saber aplicar es la del freno motor, una manera más optima de reducir la velocidad en diferentes circunstancias, reduciendo el uso del pedal de freno.
Lo mejor para conducir más tranquilo es contar con un seguro de coche adecuado, con las coberturas necesarias y adaptado a tus necesidades.
Cuando hablamos del freno motor, nos referimos a una técnica en la que además del sistema de frenos, hacemos uso de otros elementos que forman parte del vehículo. De este modo, para reducir la velocidad del automóvil se usa la tracción, la transmisión y el propio motor. Así, las marchas del coche, mediante el régimen de giro, serán capaces de retener el vehículo con total eficacia.
Frenar con el motor es muy útil cuando el coche se encuentra en pendientes de bajada. La razón es que se consigue que los discos no se fatiguen y tampoco se calienten por un uso prolongado de los mismos. Con todo, hay que tener claro que este conjunto de técnicas están recomendadas en determinadas circunstancias, y no es válida para todas las frenadas.
Cuando un conductor decide emplear la técnica del freno motor, aprovecha las siguientes ventajas sin tener que aplicar ningún tipo de esfuerzo:
Para aplicar de manera correcta la técnica del freno motor es necesario seguir los siguientes pasos:
En definitiva, el freno motor depende de las revoluciones a las que esté funcionando el motor (cuanto más altas sean, más retendrá al vehículo, provocando que reduzca la velocidad de marcha). Por ello, se hace evidente que en el caso de pisar el embrague, el proceso anterior no habrá servido para nada (cuando se acciona el embrague, la caja de cambios deja deja de ejercer fricción, que es lo que permite que el vehículo pierda velocidad).
Aprender esta técnica requiere de práctica. Por ello, lo mejor es ir poco a poco hasta que domines el mecanismo y cómo utilizarlo. Y, por supuesto, si sientes que la situación lo requiere, no dudes nunca en utilizar el pedal de freno.