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El detector de ángulo muerto es un sistema de seguridad activa o de ayuda a la conducción, especialmente diseñado para evitar las colisiones traseras y/o laterales en los casos en los que el conductor tiene visibilidad limitada o nula. El objetivo del sensor de ángulo muerto es alertar al conductor de la presencia de otro vehículo u obstáculo que se halla oculto en el ángulo ciego de los retrovisores.
Estos ángulos ciegos son los huecos visuales en los que el conductor puede perder la referencia de un vehículo o de cualquier objeto que haya en la calzada, tanto si se sitúa detrás como si se encuentra en otro carril. El sector del automóvil ya implementa este sistema como uno de los más habituales en sus modelos generalistas del mercado, bien como equipamiento de serie o como extra.
Hay una gran variedad de detectores de ángulos muertos en función del diseño y las características de cada fabricante. Sin embargo, el sistema en sí es prácticamente el mismo en todos ellos, y funciona de una forma muy parecida.
El sistema está compuesto por una cámara en los retrovisores del coche, capaz de registrar unas 30 fotografías por segundo, que se comparan entre sí para detectar la presencia de otros vehículos o de cualquier obstáculo en los ángulos ciegos o ángulos muertos del conductor.
Junto con esta cámara, el sistema también incorpora un dispositivo de alerta o aviso con unos diodos luminosos. Estos se colocan en la parte interior de la puerta, a la altura del retrovisor. Cuando un vehículo se halla en el área de detección del ángulo muerto, el sistema avisa al conductor a través de los diodos luminosos.
También hay modelos que, en lugar de cámaras, incorporan sensores en la parte trasera del coche. Por otra parte, los diodos no solo pueden ser luminosos, sino también acústicos o táctiles (produciendo una pequeña vibración en el volante) para informar al conductor.
Además, los sistemas de detección de ángulo muerto suelen contar también con un interruptor de conexión y desconexión en el panel principal.
La zona de carretera que abarca el sensor de ángulo muerto es de 10 metros por detrás del espejo y 4 metros por el lateral. Dentro de este campo de actuación el detector puede actuar de forma activa o pasiva:
El detector reconoce de día los coches por su silueta, y de noche gracias a las luces de los faros.
La importancia del detector de ángulo muerto se hace cada vez más evidente en los vehículos. No en vano, su presencia logra evitar un buen número de accidentes o, al menos, minimizar sus consecuencias. Un reciente estudio elaborado hace poco más de un año por Mapfre demuestra que el sensor de ángulo muerto es capaz de reducir en un 50% las muertes en carretera.
De hecho, a lo que ayuda este sensor es a evitar las colisiones que se producen cuando el conductor cambia de carril y no es capaz de apreciar la presencia de otro vehículo, ya sea en el lateral izquierdo o en el derecho.
Por tanto, el detector de ángulo muerto evita cualquier alcance trasero o lateral que se pueda producir contra aquellos vehículos que se hallan situados en los ángulos ciegos, es decir, en zonas de visibilidad limitada para el conductor. Su importancia es notoria también para evitar los accidentes en adelantamientos o cambios de carril.
Sin embargo, el anterior porcentaje solo sería efectivo en el caso de que todos los vehículos estuvieran equipados con este sistema de ayuda a la conducción.
Esta reducción en el número de accidentes conlleva también un importante ahorro de costes para las aseguradoras de coches. Sin ir más lejos, la presencia de este sistema en todos los vehículos haría que las reclamaciones, en materia de siniestros, se redujesen en un 25% aproximadamente durante la próxima década.
En definitiva, el detector de ángulo muerto es un sistema de seguridad del vehículo que, en la actualidad, ya se encuentra implementado en una gran cantidad de vehículos. No obstante, aún sigue siendo un elemento opcional de equipamiento dentro de los coches de gama media/alta, por lo que se espera que en próximos años se pueda convertir en algo obligatorio.
No en vano, su importancia a la hora de ayudar a evitar accidentes y colisiones es más que evidente. Un sistema beneficioso para todos los conductores y cuyo funcionamiento es fácil, cómodo e intuitivo para quien se encarga de la conducción. Todas las nuevas implementaciones técnicas buscan reducir el número de accidentes en carretera, pero para conducir con total tranquilidad es importante contar con un buen seguro de coche que incluya todas las coberturas necesarias.