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El tiempo de carga de la batería suele ser uno de las aspectos que más preocupan a los conductores antes de decidirse a adquirir un vehículo de este tipo. Pero tranquilo, te damos todas las respuestas.
Antes de nada hay que destacar que existen dos formas principales de recargar un coche eléctrico: mediante un punto de carga propio en tu vivienda o garaje o a través de un punto de carga público.
Para saberlo con exactitud debes prestar atención a tres aspectos fundamentales que afectan a la carga:
Si la potencia máxima no coincide con la del punto de carga, será la de menor potencia la que determine el tiempo de espera.
La capacidad de la batería de un coche eléctrico determina el tiempo y la frecuencia de carga necesarios. Por ejemplo, mientras que una batería de 22 kW requiere alrededor de 6 horas para cargarse por completo, una batería de 100 kW (más común en viajes largos) puede necesitar más de un día para alcanzar su carga máxima
Antes de decantarte por un modelo en concreto, es muy importante que conozcas el uso que le vas a dar, ya que no necesitas la misma batería para circular por ciudad que para realizar recorridos largos.
Para conocer cuánto tarda en cargar un vehículo eléctrico es necesario diferenciar entre las distintas tecnologías que afectan a la recarga. Existen dos tipos de cables para cargar las baterías, Flexi Charger y Mennekes, y cuatro tipos de recarga para los coches eléctricos:
Apropiada para cargas ocasionales o de emergencia, ya que el vehículo apenas recupera autonomía. No tiene una instalación eléctrica adecuada, ni base de recarga con protección. Se realiza con enchufe schucko y cable Flexi Charger.
En 13 horas se recarga el 80 % de las batería de 22 kWh y, en 12, las de 24,2 kWh.
Se realiza con un Flexi Charger en un punto fijo. Posibilita el control de los parámetros de carga y la fiabilidad de la conexión.
En 13 horas se recarga el 80 % de una batería de 22 kWh y, en 14, otra de 43kWh.
Se realiza mediante el sistema de conexión Wallbox y precisa del cable Mennekes. Entrega una potencia de 7.4 kW, 11 kW con conexión trifásica de 16 amperios o 22 kW con trifásica de 32 amperios. Es el tipo de recarga más habitual en aparcamientos públicos y lugares de trabajo.
El punto de recarga cuida tanto el sistema eléctrico al que se conecta como la batería del coche. Además, permite programar la recarga en el horario donde el consumo sea más económico para ahorrar en la factura de la luz.
En 3 horas se recarga el 80 % de las baterías de 22 kWh, en 6 las de 24.2 kWh y 33 kWh. En 9, las de 60 kWh.
Apta para instalaciones que soportan una potencia de 43 kW en tomas trifásicas con 62 amperios con cable Mennekes. Es relativamente habitual en estaciones de servicio, en la calle o en centros comerciales.
En 30 minutos se recarga el 80 % de las baterías de 24 kWh, en 20 las de 33 kWh y 43 kWh y en 60 minutos las de 60 kWh.
Esperamos que tras leer el artículo entiendas mejor de qué depende la velocidad de carga de la batería un coche eléctrico. Ten en cuenta que todas las tecnologías que rodean a este tipo de vehículos evolucionan de forma constante, así que es de prever que los tiempos de carga disminuyan drásticamente con el paso de los años.