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Las continuas innovaciones en el sector del automóvil no dejan de sorprendernos. Unas veces, por ser sistemas de nueva creación; y otras, por ser una evolución de las que ya conocemos desde hace años. Esto último es lo que ocurre con el control de crucero adaptativo: es una mejora considerable e inteligente del conocido control de crucero.
Todos conocemos de sobra, el funcionamiento del control de crucero y lo útil que nos resulta para mantener una velocidad constante que cada conductor fija según estime oportuno. A continuación, veremos más a fondo que es el control de crucero adaptativo y cómo te resultará de gran ayuda.
Uno de los grandes peligros a los que nos enfrentamos los conductores a la hora de hacer un viaje largo, es que la conducción se vuelve rutinaria, lo que hace más pesado nuestro trayecto. El sistema ACC (Control de Crucero Adaptativo, por sus siglas en inglés) está ideado para que conducir bajo estas condiciones resulte más relajante y seguro.
Su funcionamiento es muy similar al control de crucero de toda la vida: regula la velocidad a la que deseamos ir de forma automática, pero con la novedad de que ahora también detecta el vehículo que nos precede, pudiendo frenar el coche para mantener la distancia de seguridad.
El ACC va analizando el entorno de delante de nuestro coche y, cuando detecta algún vehículo a menos velocidad que el nuestro, frena de forma automática para mantener la distancia de seguridad hasta que el carril queda libre. Entonces regresa a la velocidad programada. El sistema te avisa con señales acústicas y visuales.
El sistema se desconecta de forma manual o cuando se pulsa el botón OFF, se pisa el freno, o se conduce a una velocidad baja.
El sistema ACC supone otra innovación en el sector del automóvil que, a buen seguro, ha llegado para quedarse. Este sistema funciona a la perfección, gracias a varios componentes y sistemas conectados entre sí:
– Un módulo ACC con radar que procesa la información que va recogiendo sobre vehículos que van por delante.
– Un módulo de control del motor que recibe la información desde el anterior módulo y controla la velocidad a través del acelerador.
– Un módulo de control de frenos que determina la velocidad por los sensores de las ruedas y frena cuando el módulo ACC lo señala.
– Un panel de instrumentos que procesa la información y la envía al módulo correspondiente y unos mandos situados en el volante donde están los botones con los que comandarás el ACC.
Es importante señalar que este sistema no frena por sí mismo en caso de emergencia, sino que solo mantiene la distancia de seguridad respecto al coche que nos precede, y tampoco se activa a bajas velocidades, ni nos avisa de los vehículos que van a menos de 20 km/h o están estacionados o detenidos.
Es evidente que incorporar en todos los vehículos el sistema de control de crucero adaptativo sería una fórmula extraordinaria para reducir los accidentes y estamos seguros de que es algo que ocurrirá en poco tiempo.