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Una actuación imprescindible por tu parte si vas a comprar un coche de segunda mano es comprobar si está embargado o sobre él pesa alguna carga derivada de la mala gestión del anterior propietario. Así, debes dirigirte a la Dirección General de Tráfico más próxima a tu ubicación y llevar a cabo los siguientes pasos.
Aprende esta secuencia, especialmente si tienes interés en adquirir un vehículo usado o semi nuevo y la fuente no es muy legítima o no tienes forma de estimar su fiabilidad.
1. Ojo a la matrícula
Toma nota de la matrícula del coche. Gracias a esta identificación podrás hacer la consulta en relación a ella ante el organismo oportuno.
2. Acude a la Dirección General de Tráfico
Preséntate en la Jefatura de la DGT provisto o provista del número de matrícula anotado en el paso anterior y solicita un informe del vehículo. Cuando estés en la ventanilla asegúrate de hacerle saber a la persona encargada de atenderte tu intención de comprobar si hay algún embargo sobre el coche.
3. Cumple con el pago de las tasas
Antes de conseguir tu informe deberás aportar tu documento nacional de identidad y pagar la tasa estipulada para este tipo de gestión administrativa, que viene a ser de unos 8 € aproximadamente.
4. Comprueba el resto de datos del informe
Una vez que tengas el informe solicitado, podrás salir de dudas sobre si el coche estaba embargado o no. Además, podrás obtener otros datos que pueden dar cuenta de las intenciones del vendedor. Ya sabe, en ciertos casos este último suele obviar ciertos detalles de la caracterización técnica del vehículo y no informar del historial de dueños anteriores, por lo que te vendrá muy bien saber:
a) El titular del coche
b) Todo el conjunto de datos técnicos
c) Listado de titulares anteriores al actual
d) Estado administrativo
e) Fecha de caducidad de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)
f) Otras cargas que pudiera tener el coche
Otro organismo al que puedes acudir para saber si un coche está embargado o no es el Registro de Bienes Muebles, entidad encargada de registrar todas las órdenes de embargo que puedan estar asignadas a un producto de la naturaleza de un vehículo.
Por otro lado, puedes ahorrarte la siempre inoportuna visita a la Jefatura de Tráfico gracias a las ventajas de contar con Internet. Eso sí, para acceder a este servicio de manera telemática será necesario que obtengas primero un certificado digital y que dispongas de una tarjeta de débito o crédito o una cuenta en alguna entidad bancaria a tu propio nombre para poder hacer el pago de las tasas que hemos citado antes.
En definitiva, elijas un modo u otro, lo importante es que arrojes luz sobre tu futura compra, ya que en algunos casos se puede tratar de una inversión considerable. Además, existen pequeñas cargas que el actual dueño puede desconocer por dejadez que conviene que conozcas para poder exigir una rebaja en el precio final de compra amén de tales cargas.
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