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Los triángulos son los elementos que se utilizan para señalizar que un coche se halla detenido en la vía por un accidente, una avería o por cualquier otra circunstancia. Todos los conductores deben llevarlos en su vehículo de forma obligatoria. Pero, ¿cómo poner los triángulos del coche de forma correcta?
Estos triángulos de emergencia no solo tienen la misión de indicar la detención de un vehículo en la calzada, también son la señal para que el resto de coches circule con precaución ante la presencia de un vehículo parado, una señal de aviso para que puedan realizar las maniobras pertinentes con suficiente antelación. La distancia y la visibilidad, por tanto, son esenciales.
Tener un seguro de coche con todas las coberturas es la mejor forma de cubrirte las espaldas si sufres un accidente o una avería en carretera (como un pinchazo).
Los triángulos de emergencia del coche no se pueden colocar al azar. Hay una legislación al respecto que indica cuál es la colocación correcta de los mismos. El uso de los triángulos debe llevarse a cabo en aquellas situaciones en las que suframos una avería o un accidente con el coche. Pero, antes de proceder a su colocación sobre la calzada, hay que realizar una serie de maniobras previas:
La legislación señala que los triángulos de emergencia se deben colocar siempre de forma perpendicular a la vía. De esta manera, los demás conductores podrán visualizarlos más fácilmente.
Es muy importante también que los triángulos se coloquen en una posición que resulten visibles con antelación para los conductores. Hay que tener en cuenta que, si van a gran velocidad, requieren de un tiempo de reacción para poder aminorar la marcha y pasar con precaución junto al vehículo detenido.
A partir de aquí, la colocación de los triángulos variará en función del tipo de calzada en el que nos encontremos.
En caso de avería o accidente en una autopista o una autovía, tan solo hay que colocar un triángulo de emergencia en la parte posterior del vehículo. La forma óptima, según la legislación, es situarlo a 50 metros del coche. No obstante, hay que cerciorarse de que el triángulo sea bien visible para el resto de conductores. Por tanto, es preferible situarlo en una zona de buena visibilidad con un radio de alcance de unos 100 metros.
La legislación de tráfico recoge que la colocación de los triángulos de emergencia en carreteras de doble sentido (nacionales, comarcales, etc.) será diferente a la de las autopistas y/o autovías. En este caso, hay que colocar un triángulo en la parte posterior y otro por delante del vehículo. Al igual que en las autopistas y/o autovías, ambos triángulos se situarán a 50 metros del coche detenido y en una zona bien visible para que el resto de usuarios de la vía lo puedan ver.
En cambios de rasante o curvas pronunciadas es muy importante que el triángulo de emergencia esté situado en una zona de buena visibilidad. Por tanto, si el coche queda detenido en un espacio de este tipo, los triángulos deberán situarse antes de los cambios de rasante o de las curvas. Pero siempre respetando la distancia de 50 metros como mínimo con respecto a nuestro vehículo y procurando que los triángulos sean visibles por todos los conductores.
La legislación establece que todo aquel conductor que no lleve los triángulos de emergencia en su coche puede ser sancionado con una multa económica. De hecho, tanto no llevarlos como no colocarlos, o incluso hacerlo de forma incorrecta, puede conllevar una sanción que ronda los 200 euros.
Los triángulos de emergencia deben situarse en la calzada con el chaleco reflectante puesto. El conductor deberá colocarse el chaleco en el interior del vehículo para salir ya con él a colocar los triángulos. En caso de no llevarlo, también le acarreará una sanción de 200 euros.
En definitiva, es muy importante conocer cómo poner los triángulos del coche en función del tipo de carretera en el que nos encontramos. La colocación no será la misma si circulamos por autopista que por una carretera de doble sentido. Además, hay que respetar las distancias marcadas por la legislación para cumplir con la normativa. De lo contrario podríamos ser sancionados con una multa de hasta 200 euros.