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Conducir un coche automático es supuestamente más fácil que conducir uno con transmisión manual. Sin embargo, la falta de práctica al pilotar un coche automático por primera vez facilita que el conductor pueda cometer algunos errores. Como la memoria muscular del cuerpo tiene que adaptarse a un nuevo sistema, será imprescindible pasar por un proceso de adaptación.
Tengas un coche manual o uno automático, es necesario tener contratado un buen seguro de coche, cómo los que ofrece Verti, para que tu coche esté protegido ante cualquier imprevisto que pueda ocurrir.
Tanto si siempre has conducido coches con cambio manual como si vas a empezar a conducir con un vehículo automático, estos consejos y trucos te ayudarán a tener mayor control y adaptarte más rápido, así como a identificar problemas frecuentes que puedes experimentar.
Antes de sentarte en tu coche automático, debes tomarte el tiempo suficiente para leer detenidamente el manual de instrucciones del vehículo. Esto te servirá como guía para saber cómo funciona la transmisión y te ayudará a familiarizarte con la teoría antes de pasar a la práctica. Conocer este manual no solo te dará información sobre cómo se conduce un coche automático por primera vez, sino que también te asesorará sobre el modelo de tu coche en particular.
Depende del tipo de coche automático, pero la mayoría no cuentan con pedal de embrague, que sirve para realizar cambios de marchas en vehículos de transmisión manual. Por ello, este elemento no es necesario en un sistema de transmisión automática. Si estás acostumbrado a conducir coches con cajas de cambios manuales, esto puede generarte problemas ergonómicos, ya que es muy probable que pises de manera inconsciente un pedal que no existe.
Es por esta razón que un consejo útil para conducir un coche automático es sentirte cómodo antes de comenzar a circular. Coloca tu pie izquierdo en el reposapiés, esto evitará que lo muevas con la intención de pisar el pedal de embrague inexistente si estás acostumbrado a conducir con marchas.
Aunque un coche automático solo tiene dos pedales (el acelerador y el freno), lo puedes conducir de manera similar a como lo haces cuando tienes un embrague. Esto quiere decir que solo usarás el pie derecho para presionar los pedales, ya que es imposible que necesites presionar estos dos pedales al mismo tiempo. También es importante evitar cualquier cruce de pies o confusión, por lo que al conducir un automóvil automático, el pie izquierdo del conductor debe permanecer siempre en reposo.
A muchos de los conductores que usan por primera vez coches automáticos les resulta complicado desprenderse del control que sienten al conducir un vehículo con marchas. La transmisión automática puede dar al conductor la sensación de que el automóvil toma decisiones por sí mismo y, por extensión, que está fuera de su control.
Por esta razón, también es importante adoptar la mentalidad de conducción automática. Por ejemplo, cuando usas el freno en un vehículo automático, te obligará a bajar la velocidad y, aunque no uses el embrague en un coche con sistema de transmisión automática, son los mismos principios básicos los que están en funcionamiento.
Las situaciones de baja tracción son aquellas que dificultan la adherencia a la carretera. Esto podría ocurrir cuando las carreteras están mojadas, heladas, nevadas o incluso con grava. Muchos conductores que usan vehículos manuales están acostumbrados a usar sus marchas para mantener el coche bajo control en condiciones tan difíciles. En un vehículo automático no tendrán esta adaptabilidad, por lo que deberán tener mucho más cuidado cuando, por ejemplo, tengan que conducir un coche automático con nieve.
Afortunadamente, muchos automóviles automáticos tienen un modo de invierno o una adaptación similar para conducir en condiciones de baja tracción. Si conduces un coche automático por primera vez en condiciones climáticas adversas, presta más atención de la habitual, reduce la velocidad si es necesario y obedece siempre a las señales de tráfico.
Posiblemente hayas comprobado que tu coche automático tiene una palanca, pero que no es igual a la caja de cambio de los vehículos tradicionales. La palanca de un automóvil automático tiene las siguientes posiciones:
Es posible que tu vehículo disponga de otras opciones en la palanca, las cuales estarán marcadas con los números 1, 2 y 3. Estas están diseñadas para usarse como marchas bajas para situaciones especiales, como circular por pendientes muy altas o casos en los que puede requerir una aceleración más rápida de lo habitual. No es necesario utilizarlas para moverse entre las posiciones D y P.
En definitiva, si no sabes si decidirte por un coche automático o uno con marchas, conocer las diferencias entre los dos tipos te ayudará mejor a tomar la decisión. Ten en cuenta que lo más importante es sentirte cómodo y seguro mientras conduces.