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Aquí puede leer sobre las ventajas y desventajas los coches automáticos y manuales, cómo influye el cambio manual en el placer de conducir y qué costes conlleva el cambio automático.
“Es automático”, cantaba en 2001 el grupo británico de synthypop “Zoot Woman”, y este lema también es válido en el mercado del automóvil. En España la venta de coches automáticos no cuenta con la tradición de otros mercados como el estadounidense. Sin embargo, poco a poco va ganando adeptos.
Aquí podrá descubrir qué ventajas y desventajas tienen tanto las transmisiones automáticas como las manuales, en qué se diferencian en precio y qué transmisión es mejor para los nuevos conductores.
Algunos apuestan por el placer de conducir y la sensación de autodeterminación al conducir un vehículo con cambio manual, otros confían en el confort de conducción de un cambio automático. Pero las transmisiones automáticas, que aparecieron por primera vez en el mercado hace más de 80 años, también están ganando terreno en lo que respecta a la experiencia de conducción. Actualmente, sobre todo los coches más pequeños suelen estar todavía equipados con una palanca de cambios, pero los vehículos con transmisión automática dominan cada vez más el mercado de la clase media y alta.
Las ventajas de una transmisión automática dependen del tipo de transmisión. Casi todos cuentan con una rápida aceleración sin interrupción de la tracción. Una excepción aquí es la transmisión manual automatizada.
Las ventajas también incluyen un comportamiento de conducción cómodo incluso en situaciones de tráfico estresantes, como por ejemplo, paradas y arranques en el intenso tráfico urbano o al arrancar en una pendiente.
Las mayores desventajas son actualmente el precio de compra adicional y los mayores costes de combustible. Además, las transmisiones automáticas requieren más espacio en el vehículo. Y por último, pero no menos importante, los conductores a los que les gusta la conducción deportiva se quejan de que el placer de conducir con un coche automático es limitado, porque todo está automatizado.
No todas las automáticas son iguales. Básicamente existen cuatro variantes diferentes de transmisión automática. Los modelos más usados en este momento son el convertidor de par automático y la transmisión de doble embrague.
La estructura es análoga a la transmisión manual, solo el embrague y los cambios se realizan automáticamente. Este tipo de transmisión suele ser económico, pero las interrupciones en la tracción al cambiar de marcha son una gran desventaja, especialmente en los coches pequeños. Estas transmisiones ahora suelen ser reemplazadas por transmisiones de doble embrague que cambian más rápido y más cómodamente.
Ya no es necesario cambiar de marcha, ya que la transmisión es continuamente variable y sin cambiar de marcha. La transmisión CVT, abreviatura de Transmisión Variable Continua, acelera suavemente sin interrupción de la tracción. Además, el motor siempre permanece en el rango de velocidad óptimo.
Este conveniente tipo automático contiene un embrague fluido que conecta el motor a la transmisión. Tan pronto como se pisa el acelerador, el convertidor funciona como una transmisión continuamente variable.
Detrás de esta hay dos subtransmisiones para organizar las marchas pares e impares, permitiendo cambiar de marcha sin interrumpir la tracción. De este modo, la transmisión de doble embrague puede acelerar rápidamente sin consumir más combustible.
A diferencia de un vehículo automático, un coche manual tiene embrague. Al “embragar” se puentea la conexión entre el motor y la transmisión para poder cambiar de marcha. Con una transmisión automática, el proceso de cambio está automatizado.
Muchos conductores asocian el placer de conducir con una transmisión manual. Engranar las marchas manualmente crea una experiencia de conducción individual y purista.
Además, los vehículos con cambio manual ganan puntos por su precio de compra más bajo, ya que los coches con cambio automático suelen estar disponibles por un coste extra.
Otras ventajas son la alta eficiencia, es decir, buenas prestaciones de conducción con un bajo consumo de combustible, y las dimensiones compactas de la transmisión.
Si viajas mucho por la ciudad con numerosos semáforos y diferentes zonas de velocidad, una transmisión manual puede resultar bastante molesta cuando tienes que subir y bajar marchas constantemente. Arrancar en cuestas también es un desafío, especialmente para conductores inexpertos. Si cambia de marcha demasiado lento, un vehículo con transmisión manual puede comenzar a girar involuntariamente o el motor puede “flotar”. Esto no puede suceder con una transmisión automática.
Al acelerar, la interrupción de la tracción durante el proceso de cambio resulta ser un gran inconveniente. Además, no todos los conductores manejan el cambio de marcha de forma óptima, lo que puede provocar daños.
Los vehículos con cambio automático son actualmente más caros que los clásicos cambios manuales. La diferencia de precio entre los coches automáticos y manuales depende del fabricante, modelo y tipo de transmisión automática.
Teniendo esto en cuenta, y considerando que el aceite de la caja de cambios manual es más duradero, la respuesta a la pregunta «¿qué dura más: un coche automático o manual?» es que, por su fiabilidad, es más recomendable una caja de cambios manual. Sin embargo, esto es aplicable solo si se evitan hábitos perjudiciales como dejar el pie sobre el pedal o la mano sobre la palanca de cambios, ya que estos desgastes no son tan comunes en las cajas automáticas.
En caso de avería, el coste de reparar una caja automática puede rondar los 3.000 euros, un precio significativamente mayor que el de una caja de cambios manual.
Conducir con una automática es mucho más fácil para los nuevos conductores porque no tienen que presionar el embrague ni cambiar de marcha con la mano. Esto permite que incluso los conductores inexpertos puedan concentrarse mejor en el tráfico.
Qué tipo de transmisión es mejor depende del conductor, ya que ambos tienen ventajas y desventajas.
Un cambio manual es especialmente adecuado para conductores deportivos a los que les gusta cambiar de marcha ellos mismos. Por otro lado, aquellos que conducen constantemente en un tráfico intermitente en el centro de la ciudad probablemente apreciarán más la comodidad de una transmisión automática.
Según los expertos, tarde o temprano el cambio manual sólo se instalará en unos pocos modelos de vehículos.
Los fabricantes de automóviles Mercedes y Volkswagen ya han anunciado que eliminarán las transmisiones manuales de su gama. A ello también contribuye la creciente proporción de vehículos eléctricos. Los coches eléctricos no suelen tener transmisión manual y algunos ya no tienen caja de cambios.
Como argumento para seguir recurriendo a las transmisiones automáticas, muchos sistemas de asistencia que, por ejemplo, regulan la distancia o controlan la aceleración, sólo son posibles en vehículos con propulsión automática.
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