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Ahora que la movilidad eléctrica es una realidad, viene a nuestra mente una segunda preocupación: Si tengo que esperar a que se cargue la batería en mitad de un viaje… ¿Merecerá la pena un coche eléctrico? ¿Cuánto tiempo tarda en completarse la recarga?
Para resolver estas dudas indagaremos en los secretos de la recarga rápida para coches eléctricos. Una tecnología que acelera considerablemente el proceso y acerca, cada vez más, el tiempo de espera de recarga de un vehículo eléctrico al tiempo que se tarda en rellenar el depósito de combustible en una gasolinera. ¡Conoce todos los detalles!
Un punto importante, que nos permite hablar de carga rápida en vehículos eléctricos es la corriente continua (CC), frente a la corriente alterna (CA) que es con la que contamos en los hogares, la que suministra la red eléctrica nacional.
Las estaciones de carga públicas, que cada vez se van extendiendo más y a mayor velocidad por el territorio peninsular, cuentan con cargadores de corriente continua, clasificados como cargadores rápidos.
Dentro de la recarga rápida, que actualmente continúa desarrollándose, los avances siguen su curso. Cada poco tiempo contamos con nuevas tecnologías y medios para seguir mejorando números, estadísticas y batiendo nuevos récords. Es por ello que, actualmente, podemos hablar ya de varios niveles de carga rápida:
Carga lenta | Es la recarga convencional de los hogares. Se puede utilizar una toma de corriente monofásica tradicional (hasta 3,6 kw) o tener instalado un cargador con toma trifásica (hasta 11 kw) que puede reducir los tiempos de carga a más de la mitad. |
Carga semi-rápida | Es una modalidad poco extendida actualmente, utilizada sobre todo en centros comerciales o aparcamientos de edificios de oficinas. Se puede incluir en este apartado un tipo de cargador con toma monofásica (unos 8 a 14 kw) y otro con toma trifásica (más potente, sobre los 30 kw), hablando así de dos opciones similares a las de una vivienda, pero ambas con una capacidad de carga superior al poder conseguir mayor potencia en estas instalaciones. |
Carga rápida | La denominada carga rápida, a secas, incluiría las infraestructuras construidas en gasolineras o puntos de recarga específicamente diseñados para la recarga rápida de vehículos. Estas estaciones cuentan con sistemas de corriente continua (a diferencia de las dos anteriores) para alcanzar mejores tiempos de carga (con potencias de unos 50 kw). |
Carga super-rápida | Forman parte de esta clasificación el tipo de estaciones de recarga que cuentan con cargadores especialmente rápidos. Al superar la potencia de los cargadores rápidos, se abrió un nuevo escalón dentro de la clasificación de los cargadores, quedando así establecida la recarga super-rápida (con potencias de entre 100 a 150 kw). |
Carga ultra-rápida | En la cúspide actual del sector y, por supuesto, todavía en desarrollo (aunque con estaciones funcionando de forma efectiva), encontramos los puntos de recarga ultra-rápida. En Europa, estos cargadores consiguen potencias de hasta 400kw y unos tiempos de carga realmente impresionantes. Solo falta esperar a que se empiecen a comercializar coches preparados para soportar recargas de tal potencia, puesto que actualmente ninguno cumple con las características. Será cuestión de poco tiempo. |
Llega el momento de hacer frente al día a día. A la hora de decidirnos (o no) por un coche eléctrico conviene saber cómo realizar recargas rápidas, además de tener en cuenta algunos consejos que nos ayuden a realizar esta tarea con mayor facilidad.
También es importante informarse antes de contratar un buen seguro para coches eléctricos, adaptado a las necesidades y particularidades de estos nuevos vehículos ecológicos.
Lo único que debes saber para llevar adelante la carga rápida de un coche eléctrico es:
Es importante tener en cuenta que el vehículo tiene que estar preparado para este tipo de carga. Actualmente casi todos los modelos admiten carga rápida, aunque pueden no llegar a soportar potencias de carga que se acerquen a las super o ultra-rápidas.
Tanto el coche como los cargadores a los que nos dirijamos deben tener el tipo de toma correspondiente. Al confirmarlo evitaremos hacer el trayecto hasta el punto de carga en balde.
Existen multitud de aplicaciones móviles (y cada vez más) que nos indican las estaciones o puntos de recarga a nivel nacional, internacional o en nuestro propio municipio o comunidad. Basta con hacer una pequeña búsqueda para descubrirlo o acudir al propio Google Maps.
El tiempo de carga varía mucho en función de la potencia del cargador y de las baterías de cada vehículo.
Por tomar unas referencias medias, y tomando como ejemplo un coche con una batería de 40 kwh para una recarga del 80% de su capacidad total, los tiempos de carga serían:
Teniendo en cuenta los datos de nuestro coche de ejemplo, con estos tiempos se podría conseguir una autonomía suficiente como para recorrer unos 300 km de distancia, o incluso algo más (variables en función del modelo y las condiciones concretas de la prueba).
El precio por cargar un coche eléctrico puede llegar a fluctuar mucho dependiendo del tipo de recarga que utilicemos. Una recarga en casa tiende a ser más barata (sobre todo si utilizamos horas en las que el precio de la luz es más bajo), pudiendo conseguir un coste de unos 1,25€ por 100km.
Hablando de carga rápida, salvo que nos decidamos por instalar un punto de recarga en el garaje comunitario o propio, debemos acudir a instalaciones de cargadores en las que el precio variará también en función de la demanda de potencia (cuanto más rápida sea la recarga, también más cara).
De igual manera, existe una variación importante según la estación a la que acudamos. Las empresas compiten en precios y actualmente hay grandes diferencias. Desde los 4,8€ por 100km que podríamos encontrar en algunas infraestructuras, hasta los 14,22€ por 100km que podemos llegar a gastarnos en el cargador más caro de España actualmente.
Hay un buen puñado de razones por las que sumarse a la movilidad eléctrica es cada día una opción más aconsejable. Entre ellas, destacan:
La tecnología avanza a pasos agigantados en el sector de la movilidad eléctrica. Los principales inconvenientes, como la autonomía o los tiempos de carga, ya no suponen una diferencia tan notoria frente a los coches de combustible tradicional. ¡Súmate a la nueva movilidad!