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  • Cómo ahorrar en el mantenimiento de un coche eléctrico.

¿Cuánto puedes ahorrar en el mantenimiento de un coche eléctrico?

15 de septiembre de 2020

Nos encontramos en el comienzo de una nueva era en la automoción: El boom de la electromovilidad. 

No deja de aumentar el número de conductores que se animan a descubrir el mundo de los coches eléctricos. Y es que la tecnología en estos vehículos está avanzando con muchísima rapidez (tienen mucha más autonomía que hace unos años y cuentan con nuevos sistemas para gestionarla), lo que está llevando a que se extiendan entre un público cada vez más generalista. 

La autonomía, clave en el auge de la movilidad eléctrica

La fabricación de nuevas baterías, gracias a que los fabricantes han desarrollado plataformas específicas que han permitido evolucionarlas en poco tiempo, ha supuesto un cambio importante en la percepción de los conductores sobre la movilidad eléctrica. 

Estas nuevas baterías no solo tienen más capacidad, también distribuyen su peso por el coche dinamizando su comportamiento y aumentando la autonomía de forma considerable (una de las principales barreras de entrada al coche eléctrico).

En principio parecen todo ventajas, pero… ¿y qué pasa con su mantenimiento? 

Una de las ventajas de tener un coche eléctrico más conocidas, es que su mantenimiento suele suponer un menor coste en comparación con un coche de combustión. Esta idea siempre se plantea como una ventaja genérica, pero… ¿realmente cuánto puedes ahorrar en el mantenimiento de un vehículo eléctrico? En este artículo te explicaremos punto por punto si el mantenimiento de un coche eléctrico es realmente más asequible que el de los vehículos de combustión tradicional. Una de las medidas más recomendadas para ahorrar costes es calcular tu seguro para coche eléctrico y adecuar la póliza a las coberturas que necesitas.

¿Qué mantenimiento tiene un coche eléctrico?

En términos generales hay que destacar que el funcionamiento de un automóvil eléctrico es mucho más sencillo que el de uno de combustión, por lo que su mantenimiento también suele ser más sencillo. 

Un coche de combustión está compuesto por miles de piezas que se mueven de manera sincronizada, y para que estas piezas no se estropeen se deben revisar con cierta periodicidad. Con esta revisión nos referimos a cambiar el aceite cada ciertos kilómetros, cambiar los filtros del aceite, del combustible y del aire de admisión… Lo que se pretende con estas revisiones es que los fluidos, como por ejemplo el aceite del coche, no pierdan sus componentes y de esta manera no dañen las piezas por las que circulan. Otros componentes, por el contrario, no tienen la misma suerte de poder alargar su vida con revisiones periódicas: las bujías, el embrague, las correas de distribución… son piezas que se desgastan con el tiempo y hay que sustituirlas con el paso del tiempo. 

Para comprender mejor las diferencias, vamos a explicar el mantenimiento de cada pieza del coche:

  • Motor eléctrico y batería de tracción

Aunque los motores eléctricos parezcan una novedad tecnológica dentro del mundo automovilístico, lo cierto es que los sistemas de propulsión de estos coches están más que probados. La motorización eléctrica lleva usándose en otras aplicaciones más de 100 años, pero hasta hace relativamente poco no se le había dado una nueva oportunidad en el mundo automovilístico. 

Lo que sí es novedad en la electromovilidad es la gran variedad de ofertas que hay para los conductores, con numerosos modelos en diferentes segmentos, tamaños, potencias y autonomías y con coches más asequibles.

En cuanto a su mantenimiento, los elementos básicos que componen la tracción eléctrica (como el propio motor eléctrico, la electrónica de potencia o el cargador de abordo) no necesitan ningún tipo de mantenimiento. Esto se debe a que la temperatura, las vibraciones y los elementos en movimiento se reducen al mínimo y, por lo tanto, al tener menos variaciones, sufren menos y la necesidad de mantenimiento es menor.

No podemos decir lo mismo de su batería. La batería de tracción, que es la que alimenta el motor, se estropea con el tiempo. Cuenta con una vida útil limitada que apenas se puede ampliar, y su duración suele estar entre los 150.000km y 200.000km si se hace un uso adecuado del coche. Sabiendo de estas limitaciones, algunos concesionarios incluyen una garantía para la batería de varios años.

  • Revisiones y sustituciones generales:

Dejando a un lado el sistema de propulsión y la batería de tracción, la realidad es que en el resto de los componentes del coche desaparecen la mayoría de diferencias con respecto al coche de combustión. 

Dentro de las revisiones más habituales de un coche eléctrico se encuentran la revisión de los neumáticos, los amortiguadores o las pastillas de freno. También el líquido refrigerante para que las baterías de 12 voltios (las más habituales, iguales a las de los coches de combustión) se mantengan a una temperatura adecuada. 

Como excepción destacamos el control sobre el sistema de frenado, que sí cambia con respecto a los vehículos tradicionales. En los coches eléctricos es regenerativo y por lo tanto sufre un desgaste menor. 

Este es el listado de las piezas que no hay que cambiar en un coche eléctrico (ya que carecen de ellas):

  • Aceite del motor.
  • Filtros del aire, gasolina y aceite.
  • Embrague.
  • Bujías.
  • Sistema de escape, catalizador y filtros de emisiones.
  • Correa de distribución.

Y estas son las piezas que sí hay que revisar periódicamente:

  • Neumáticos.
  • Amortiguadores.
  • Sistema de frenos .
  • Líquido refrigerante para el sistema de calefacción.
  • Filtro del habitáculo.
  • Limpiaparabrisas.
  • Batería.

Tras revisar el mantenimiento de sus diferentes componentes podemos llegar a la conclusión de que el coste de mantenimiento de un coche eléctrico es, aproximadamente, un 30% más barato que el de un coche de combustión.

Un último consejo. Recomendamos hacer las revisiones de un coche eléctrico en los talleres oficiales del fabricante. Aunque cada vez se encuentran más talleres especializados en vehículos eléctricos, la demanda limitada hace que a menudo no cuenten con la maquinaria necesaria para una revisión adecuada.

Para escoger taller aconsejamos solicitar presupuesto en varios. Así puedes asegurarte de encontrar las mejores alternativas tanto para el vehículo como para el bolsillo, ya que normalmente existen diferencias considerables. 

En cuanto al periodo de revisión lo mejor es hacer caso a las indicaciones del taller, ya sea el oficial o el de ‘toda la vida’, para conocer siempre la opinión de un experto.